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CFE más fuerte, pero con apagones… y ahora ¿qué sigue?

Vivimos tiempos complejos en términos de política y energía y lamentablemente no se ve clara la llegada de una solución real que dé certeza para los próximos años en términos de sustentabilidad y confiabilidad del sistema eléctrico que de gusto de todas las partes. La nueva “iniciativa de reforma” del presidente, los cortes de energía, afectaciones climatológicas, los problemas técnicos del Sistema Eléctrico Nacional y así podemos seguir poniendo más y más temas que afectan a México en materia energética en una interminable espiral que pareciera no tener arreglo.

Lo que hoy estamos viviendo, tiene alcances sin precedentes incluso con nuestros vecinos del norte. Recordemos que la administración Biden, está fuertemente orientada a empujar a las fuentes renovables de energía y por supuesto a defender sus intereses en nuestro territorio. Los apagones que sucedieron por cortar el suministro de Gas a México, pareciera un “amable recordatorio” de que en EEUU existe el poder de presionar a México para cumplir su parte de los acuerdos, nos convengan o no.

Nos conviene un CFE fuerte

Por lo anterior, queda claro que a México le conviene que CFE este fuerte, con mejor infraestructura y con capacidad para interconectar todo tipo de fuentes de generación de energía, pues es CFE la que da el respaldo a todo, absolutamente todo lo que se interconecta en el Sistema Eléctrico Nacional (SEN).

Aunque no suene “políticamente correcto” querer que toda la generación deba ser con energía solar y eólica sería ingenuo e implicaría caer en un gran error debido a la intermitencia y variabilidad que existe en el suministro de cada una por su propia esencia: la solar solo produce en el día y la eólica cuando hay viento. Teniendo entonces una demanda que no obedece a esos “horarios de producción” tiene que CFE forzosamente tener preparada toda la infraestructura para generación y transición para amortiguar la entrada y salida de este tipo de fuentes de generación.

Pero con un CFE sin modernización, cada vez más debilitado, con infraestructura obsoleta, poco mantenimiento y con una directiva más política que técnica por supuesto que será más probable encontrarnos con fallas cada vez más frecuentes que afecten a muchos intereses y millones de mexicanos.

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¿Nueva Reforma Energética?

La “Iniciativa de Reforma Eléctrica” publicada por el Presidente López Obrador hace unos días, pretende contener la problemática que existe en nuestro Sistema Eléctrico Nacional al modificar la Ley de la Industria Eléctrica, dadas las complicadas condiciones técnicas acumuladas desde sexenios pasados. Si bien eso será razonable a un nivel técnico, por otro lado hay que reconocer y preocupa que se abre la puerta a que al amparo de eso y argumentando “discrecionalmente” la existencia de corrupción, puedan retirar contratos legados, manipular a modo y politizar la industria de la energía en México restándole por supuesto toda certeza jurídica a las empresas que apostaron por México y contraviniendo los acuerdos del T-MEC. ¿Qué acaso la ley no es retroactiva en México?… quizá habrá que recordarle a ésta administración pues omitir eso provocará un acto totalmente anticonstitucional. Aquí es donde buenas iniciativas acaban mal por una pésima ejecución legal.

Con los recursos que se tendrán que pagar por los amparos que se generarían por cientos y que los perderá el gobierno con seguridad, implicara el pago de miles de millones de pesos (se estima alrededor de 36 Mil Millones de dólares en afectaciones económicas al estado mexicano por indemnizaciones, casi 4 veces más que el presupuesto que se tiene para la Refinería de Dos Bocas) solo para subsanar a todas las empresas que se verán afectadas al hacer retroactiva la actual Ley de la Industria Eléctrica. 

Con esos recursos (si de verdad se tiene la capacidad de gastarlos) se podría mejor buscar acelerar modernización de la infraestructura eléctrica del SEN permitiendo no solo garantizar la confiabilidad y seguridad del sistema eléctrico nacional, sino también de poder soportar el crecimiento en energías renovables que forman parte de los acuerdos de México con el mundo, como el acuerdo de París.

El remedio que puede dar un respiro al SEN

Como lo vimos en el artículo Techos solares, la mejor solución para el Sistema Eléctrico Nacional”, la modalidad de Generación Distribuida sigue siendo y seguirá siendo (en las condiciones actuales del SEN) la mejor solución para implementar energías renovables, sumar al cumplimiento de metas en impacto ambiental y aliviar el estrés que tiene hoy el SEN.

Con la evolución de la tecnología de almacenamiento de energía a través de baterías, serán en el futuro inmediato la mejor fórmula para una correcta transición a las energías limpias y garantizar estabilidad al SEN pues de esa manera se logra reducir la carga a las redes de transmisión generando lo que se consume…donde se consume. Lo contrario a eso es justamente el problema que se tiene hoy por eso ni en esta “contra reforma” se ha buscado modificar los alcances de Generación Distribuida.

Los políticos que no saben de energía

Hoy es una pena notar que mientras el problema se vuelve más complejo, los políticos siguen más preocupados por lo “políticamente correcto”, por quién se lleva los aplausos por demostrar públicamente que tuvo la “última palabra” y dio “el manotazo final en la mesa”, abusando de la situación que se desprende de la urgencia por resolver los problemas técnicos (por un lado) y por otro lado incendiando las redes sociales y demás medios el retroceso de nuestro país en materia energética al romantizar sin entender el uso, el alcance y la implementación de energías de fuentes renovables en el Sistema Eléctrico Nacional a nivel técnico. 

Mientras tanto los problemas y asuntos técnicos siguen acumulándose sin que exista verdadero consenso en las acciones a tomar. Hoy por lo pronto vemos que la tendencia será a aprobar la Iniciativa de Reforma, recién aprobada ya en la cámara de diputados el pasado19 de febrero. Al momento de la redacción de estas líneas, todavía se espera que todas las reservas se presenten en el pleno el próximo martes 23 de febrero. Ya veremos qué pasa.

Mientras tanto, la solución al problema pareciera que está en el propio problema, es decir, el gobierno que pudiendo resolver no resuelve el fondo y los mexicanos “de a pie” mientras tanto pagan las cuentas de malas decisiones.

Será necesario tomar medidas serias, que involucren a todos los actores (sector privado y público) y que no dependan de lo que parece “políticamente correcto” sino más bien de lo “técnicamente correcto”, dejar de atacar a las energías renovables y también dejar de verlas “románticamente” como si se tratara solo de “conectarlas y listo” pues no sólo habrá más fallas en el SEN, sino continuaremos viendo problemas en la industria eléctrica mexicana y con un impacto económico que en plena pandemia, sólo acentuará más la ya muy erosionada economía del país.

Debemos entender claramente, que la infraestructura hoy es el problema, pero también será la solución, entiéndase que como a una cuerda, al SEN no se le puede cargar más de lo que aguanta pagaremos las consecuencias.

Lo que debería suceder…

Si bien el tema es complejo y está lleno de aristas y múltiples intereses que conviven en la misma problemática, se debería entender que lo primero es buscar estabilizar y meter orden a nivel técnico el Sistema Eléctrico Nacional y a todos sus jugadores. Robustecer la infraestructura existente lo más rápido posible y prepararla para las nuevas tecnologías.

El CENACE deberá priorizar el despacho de la energía más económica, considerando todos los factores que intervienen, es decir no solo su costo de producción, sino su costo de infraestructura de respaldo, de transmisión y un largo etcétera del que CFE deberá tener capacidad técnica para operar y mantener y a demás asegurarnos de que la energía generada de manera desordenada implique costos adicionales por el desperdicio que implica producir cuando y donde no hay consumo. Tener todos los alcances en materia técnica y costo pareciera que no es lo “políticamente correcto”, pero seguro es lo más necesario.

De no tener en cuenta lo anterior, las implicaciones serán el pagar una energía más cara ya sea directa o indirectamente, pues seguro a este gobierno le vendrá a la mente el “subsidiar” el costo de la energía, pero eso es acabar pagándola a través de los impuestos que pagamos.

Entonces, ¿conviene tener o poner “paneles solares”?

Sin duda hoy es la mejor opción que se tiene tanto para satisfacer sus necesidades de ahorro como para sumar a aliviar el estrés del SEN a nivel transmisión. Así que, si usted ya tiene sus paneles en la modalidad de Generación Distribuida, puede darse una palmada en la espalda y felicitarse por sumar a mejorar el medio ambiente, la economía de México y ahorrar dinero.

Gracias a la industria de la energía solar México se beneficia, cumpliendo sus tratados internacionales, dando empleos, generando ahorros y ayudando a fortalecer nuestro Sistema Eléctrico Nacional. Así que si usted aún no los tiene, no deje pasar más tiempo pues cada día que transcurre es un día que no ahorra y usted pierde dinero.

¡Que nadie te apague el sol!

Humberto A. Martínez Femat

Director General de Ecolife Technologies

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