La gastronomía mexicana ha sido resultado de la mezcla cultural entre el México prehispánico y las corrientes europeas, elementos que han convertido a la cocina de nuestro país en una de las más distinguidas a nivel global. La riqueza de sus ingredientes nos trasladan a una experiencia culinaria que incluso, ha sido reconocida por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Xoconostle Restaurante fue formado bajo esta misma filosofía: la de recuperar esas recetas tradicionales mexicanas, dándoles un valor agregado a través de la creatividad e ingenio en su preparación. De este modo, el restaurante busca que sus comensales hagan un viaje en el tiempo hacia las raíces históricas mexicanas, en un espacio que resalta por su modernidad arquitectónica.
Pero la verdadera esencia de Xoconostle se esconde en la cocina, desde donde el chef y los cocineros buscan imprimir en cada platillo un equilibrio entre tradición y originalidad que te atrapa al primer bocado. La clave, según indican, está en los ingredientes exóticos y en la forma en que los incorporan a la base tradicional.
Carlos Domínguez Corona, uno de los autores de esta peculiar cocina, destaca el uso de las hierbas como uno de los principales distintivos de Xoconostle:
“Intentamos echar mano de todos lados, utilizamos quelites, hierbas cien por ciento mexicanas que hacen más estético el plato y le dan un sabor especial”.
Desde hormigas chicatanas de Oaxaca, hasta pulpos de Cancún, la cocina de Xoconostle se nutre de una gran variedad de productos e ingredientes de todas las regiones de México. De ahí, los cocineros parten hacia su creatividad siempre teniendo una base sólida, como lo recalca Dominguez Corona:
“Tenemos la ventaja de ser una cocina en la que todos somos amigos; eso le da un giro diferente. Nos escuchamos los unos a los otros, proponemos y de ahí vamos haciendo los platillos.”
