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Vicente Fox ante el tesoro de la industria cannábica en México

Al terminar su mandato como Presidente de la República en 2006, Vicente Fox Quesada tenía claro que quería seguir participando en la vida  pública, política y empresarial de México, aunque desde una trinchera bastante diferente: el mercado del cannabis.

Desde su perspectiva, el tráfico de mariguana generaba un problema innecesario para la seguridad pública del país. En muchas naciones, el uso médico y recreativo de esta planta estaba regulado e incluso generaba aportes significativos para sus economías.

Sin embargo, quien fuera jefe del ejecutivo por el PAN veía lejano que en México se llegara a un escenario similar, y mucho menos que su mayor opositor llegaría al poder años más tarde. Tampoco pensaba que aquel tendría como una de sus principales banderas la regulación y despenalización del cannabis, abriendo así el mercado que una década antes ya visualizaba como un modelo de negocio sumamente rentable.

Ahora que la Ley Federal para la Regulación del Cannabis es una realidad en México, donde los mayores de 18 años pueden poseer hasta 28 gramos, así como adquirir licencias para su cultivo, transformación, venta, investigación y exportación/importación, Fox se proyecta como uno de los grandes magnates detrás de esta nueva oportunidad:

“Es una industria donde fluyen inversiones cuantiosas (…) Las empresas internacionales que ya tienen experiencia en el mercado están atentas para entrar a México y vienen haciendo su tarea desde tiempo atrás”, menciona el político mexicano a Líder Empresarial.

Una de las grandes empresas a las que se refiere el ex mandatario es Khiron, firma transnacional con sede central en Colombia, enfocada en el sector médico y de cuya mesa directiva él mismo forma parte. La compañía, refiere, lleva tiempo estudiando el mercado mexicano:

“Khiron lleva dos años con una oficina en México para poner en práctica su modelo de cannabis medicinal, el cual comprende la adquisición y creación de clínicas. Como esta firma, hay otras interesadas en modelos diferentes, como el de recreación. Podemos asegurar que vendrán inversiones importantes y por ende muchos empleos por parte de la industria del cannabis”, puntualiza.

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“Sin inversión extranjera, la industria nacerá muerta”

Si bien reconoce que la Ley Federal para la Regulación del Cannabis es un paso crucial para la apertura del mercado, Fox critica la lentitud con la que este proceso legislativo ha avanzado; sobre todo, lamenta la falta de entendimiento sobre cómo opera esta industria. Considera que no privilegiar a la inversión extranjera es condenar al sector a no funcionar de manera óptima:

“Aunque el gobierno no lo quiera, la opción más rentable no es que cada pequeño productor tenga su fábrica, sino que grandes firmas con capacidad instalada lleguen y generen un ecosistema donde se dé lugar al proveedor local, como en la industria automotriz. Si la alternativa del gobierno es no dejar que los gigantes operen, esta industria nacerá muerta sin dejar un buen impacto económico”, argumenta.

El político afirma que este escenario no dejaría fuera al sector empresarial de México. Considera que se necesita generar sinergia entre la experiencia de las firmas extranjeras en el sector cannábico y el conocimiento del empresariado mexicano en el ecosistema de negocios:

“Ahí es donde tienen que formarse aliados estratégicos. La inversión extranjera buscará socios locales que los ayuden a navegar con éxito en la cultura de negocios en México, más aún cuando tenemos un gobierno que tiene su propia cultura, una muy limitada (…) Hay muchas entradas fructíferas para el pequeño y mediano empresario en la industria”, sentencia.

Bajío: ¿La nueva cuna del cannabis?

Se buscan destinos de inversión para las empresas cannábicas y el Bajío suena entre las primeras opciones. De acuerdo con Fox Quesada: “Estados como Guanajuato, Aguascalientes, Querétaro y parte de Jalisco son altamente productivos y tecnificados en la producción agrícola, por lo que es natural que aquí se vaya a desarrollar parte de la industria”.

Señala que la competencia por captar las primeras inversiones de este sector es alta, pues otras entidades de la región Pacífico tienen mucho por ofrecer; no obstante, la posición geográfica del Bajío podría ser crucial para lograr una conectividad logística eficiente:

“Hay grandes oportunidades de inversión, aunque en un inicio con un solo invernadero de 20 hectáreas se podrá atender por lo menos la mitad de la demanda que habrá en los primeros años (…) Estoy seguro de que muy pronto empezaremos a visualizar las primeras facturaciones de esta industria”, arguye.

Vicente Fox ve en México una tierra de oportunidades para el cannabis y compara su contexto con el de Colombia, tanto en el aspecto legal como en el empresarial. De acuerdo con datos de la sociedad financiera de la industria del cannabis medicinal, Frontier Spectrum Inc, el sector genera actualmente más de mil 200 empleos directos en el país sudamericano y se calcula que para finales de esta década superará las 100 mil plazas de trabajo…

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