Debido a la pandemia, y el trabajo que supone sobre todo para el sector salud, las compañías Apple y Google han desarrollado tecnología para crear aplicaciones que podrán utilizar las autoridades de salud de sus respectivas naciones, para rastrear contactos y notificar si están en una posible exposición al virus.
Ha sido considerada una herramienta indispensable para poder volver a la “normalidad” incluso aún en medio de la contingencia. Aunque no por ello se demerita todo el esfuerzo humano que se hace día a día para luchar contra el virus. Lo que la tecnología tiene como propósito es rastrear y notificar a las personas si se encuentran expuestas al Covid-19, gracias a que el sistema se basa en la interacción de señales de Bluetooth Low Energy entre dispositivos.
Puesto que esta tecnología permite rastrear personas, la identidad de los individuos quedaría expuesta, es por ello que se ha prohibido el rastreo directo de la ubicación y no se podrá tener acceso a los datos personales. Ante esta situación se ha decretado que: sólo las autoridades de salud podrán crear las aplicaciones; el usuario deberá dar su consentimiento para el uso del API con el que le llegarán las notificaciones y un segundo consentimiento para compartir los resultados positivos de las pruebas y las claves de registro para las autoridades de salud.
Entre otras, no se tendrá acceso a otra información del usuario que no sea aquella con la que se recojan los datos de la respuesta sanitaria, asimismo, se prohíbe el uso de estos datos para cualquier otro propósito. Además, las aplicaciones no podrán contener ningún tipo de publicidad. Y no se puede utilizar para vigilancia.
Con todas estas normas y restricciones, se aconseja que se genere sólo una aplicación por país, para evitar la segmentación de datos. Sin más, Apple y Google integrarán la API a sus dispositivos para mediados de mayo.