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Renacer en tiempo de crisis: Cuando el peor enemigo de la empresa es la mente del fundador (Parte 1)

Por Antonio Martín del Campo, Chairman 02X y Venture Studio

“Los hombres hacen una crisis y entran en la crisis con sus propios
prejuicios, propensiones y predisposiciones. Una crisis es la suma de la
intuición y los puntos ciegos, una mezcla de hechos notados e ignorados».
Michael Crichton

El ambiente natural en donde se encuentran más cómodos los emprendedores siempre ha sido en la turbulencia, es en esta situación cuando el entorno se enrarece, cuando la normalidad cambia, pero son esos los momentos cuando se crece, cuando les regresa la sangre al cuerpo y un rayo de adrenalina inyecta el espíritu de creatividad y las mejores oportunidades aparecen.

Detrás de esta manifestación romántica encontramos muchos elementos de su ADN, y es que los emprendedores, ante todo, son resilientes y amantes del cambio. Sin embargo, estas virtudes se pueden convertir en sus peores demonios si no son debidamente cultivadas, y si del remolino que de su espíritu emana no prestan atención a sus puntos ciegos, y es que todos los tenemos, y aislarnos de esta realidad no hará que desaparezca.

Como emprendedor y líder de una organización, es natural no saberlo todo. A continuación reflexionaremos acerca de los más comunes y dañinos al momento de buscar renacer con nuestra empresa:

  1. Puntos ciegos personales: La empresa es el reflejo de sus líderes, es un dicho popular particularmente cierto en el caso de los emprendedores y fundadores, de sus creencias y de la forma en cómo ven y se relacionan con el mundo. En este sentido, haremos un doble clic para ejemplificar tres elementos que son comunes dentro de los puntos ciegos personales:

A) La mente de mono

Con la crisis el mono se vuelve loco, nos imaginamos todo lo que podría pasar en las próximas semanas y si no lo controlamos podemos caer en un círculo constante de negatividad. Si dejamos el control al mono, el coraje de emprendedores y la autoestima sufren un deterioro gradual.

El término budista “mente de mono” se deriva del estado natural en donde nuestras mentes pueden tender a ser inestables, inquietas, indecisas y en algunos momentos incontrolables.

Todos tenemos una mente de mono y eso nos hace ser parciales. Nuestro sesgo inconsciente es nuestro sistema de creencias, cómo vemos el mundo y hacemos lo que hacemos. Es el chip que tenemos donde se guardan las nociones preconcebidas y le da a nuestro cerebro la libertad de pensar a corto plazo y aplicar atajos mientras toma decisiones.

Para los emprendedores es imprescindible identificar los pensamientos que vienen de ahí y controlarlos. Cuando se enfrentan a situaciones de crisis, en las que hay presión y se tienen que tomar decisiones, los emprendedores deben identificar sus pensamientos analíticos de los pensamientos que provienen de la mente del mono.

B) Nuestras creencias sobre el estrés

Estudios científicos recientes han demostrado que las personas que experimentaron un alto estrés en tiempos recientes corrieron un riesgo considerablemente mayor de tener un ataque de ansiedad, sólo si veían al estrés como perjudicial para su salud. Incluso esto va más lejos: en otro estudio encabezado por Abiola Keller, Kristin Litzelman y Whitney P. Witt, en sus conclusiones mencionan que “Las altas cantidades de estrés y la percepción de que el estrés afecta la salud se asocian con mala salud mental. Las personas que percibieron que el estrés afecta su salud y reportaron una gran cantidad de estrés tuvieron un mayor riesgo de muerte prematura”.

Por lo tanto, hay que tener mucho cuidado de cómo manejar el estrés porque éste es contagioso, por lo que es importante evitar que tu propio estrés caiga en cascada sobre tu equipo para salvaguardar su rendimiento y su bienestar, es por ello que debes buscar herramientas que te permitan estar cien por ciento en el momento de tomar decisiones.

C) Rechazar la responsabilidad de capitán (culpando al gobierno, a los empleados, la crisis y hasta al árbitro porque no pitó penal)

En estos tiempos hay que tener cuidado hasta con los grupos de WhatsApp, porque esta característica la estamos viendo reflejada todos los días, ya que se ha vuelto un deporte nacional la crítica con o sin sentido llenando de ruido diferentes grupos y la mente de los emprendedores.

Dejando esto de lado, hay que tomar como base una de las principales máximas del liderazgo: “La Autoridad se delega, la responsabilidad se comparte o no”, y es que el responsable de todo lo que pasa en el barco, así de fácil, es y siempre será el capitán. Y de aquí nace otro punto intrínseco en la falta de responsabilidad que es la falta de humildad, por lo tanto es muy importante reforzar el sistema de delegación ya que en tiempo de crisis las decisiones que antes se revisaban cada semana o cada quince días ahora se hace diario.

D) Tratar de ganar el partido solo

Este es el peor de los momentos para tomar decisiones solo, hay muchos emprendedores que caen en la falacia de que las características y situaciones de su negocio son únicas, la realidad, por dura que parezca, es que no es así. En los tiempos que vivimos no hay lugar para aislarse, y precisamente son estos momentos en los que hay que traer a los verdaderos expertos: amigos empresarios, ejecutivos de alto nivel, organizaciones de apoyo, lo que sea necesario.

En esta nueva era el juego se gana en equipo y no se puede dar el lujo, ya sea por ceguera de taller, por no ver el prisma desde diferentes ángulos o peor por ensimismarse, de no pedir ayuda y acceder a información y consejos de calidad. Este punto puede ser la diferencia entre renacer en tiempo de crisis o alimentar la estadística de las empresas que se perderán en el tiempo.

Mucha suerte evitando y sobrellevando los puntos ciegos personales, y nos vemos en la Parte 2 de la serie “Inescalable: Renacer en tiempo de crisis”.

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