El proyecto de nación de Andrés Manuel López Obrador contempló la construcción de una refinería para garantizar la seguridad energética. Un día después de su ingreso al poder, iniciaron los trabajos de preparación del terreno para la construcción de la Refinería Olmeca, ubicada en Dos Bocas, en el municipio de Paraíso, Tabasco.
La obra es una de las cuatro más importantes del sexenio y ha requerido de una inversión de nueve mil millones de dólares —un millón más de lo presupuestado y el doble de lo contemplado al inicio—. La edificación en tiempo récord fue posible debido a que las labores de 24 horas no se vieron afectadas por la pandemia.
PEMEX encabezó el proyecto, por lo que la inauguración del 2 de julio de 2022 dará paso a un periodo exhaustivo de pruebas, previo a la entrada de operaciones oficial.
En el futuro cercano se espera que la Refinería Olmeca incremente la producción de gasolina y diésel en el país, de manera que disminuya la importación. Asimismo, se prevén una serie de beneficios adicionales, en cuanto a “desarrollo de bienes, servicios, empleo, procura de materiales, desarrollo de puertos e infraestructura”.
Como ninguna en 40 años
Rocío Nahle García, titular de la Secretaría de Energía del Gobierno de México, ha acompañado a la refinería desde que era sólo una idea. Diez días después del triunfo del actual presidente, se reunió con autoridades y especialistas de PEMEX para analizar los pormenores. Además, viajó a la India para entender la magnitud del proyecto que estaba por iniciar; ahí visitó la Refinería Jamnagar, la más grande del mundo.
Las condiciones geográficas fueron decisivas para el tamaño de la refinería. La cercanía con el mar permitió la llegada de insumos desde el extranjero y su pronta incorporación. Con frecuencia se recibían módulos con secciones pre armadas, provenientes de Corea y la India, mismos que hubiera sido casi imposible transportar por tierra hasta otro destino.
De acuerdo con la información oficial, la Refinería Olmeca cuenta con alrededor de 90 mil piezas y 583 hectáreas de superficie. La producción de combustible iniciará posiblemente desde diciembre de 2022. Se estima que tendrá capacidad para procesar un millón 250 mil barriles diarios de crudo, y refinará 170 mil barriles de gasolina regular y premium, así como 120 mil barriles de diésel.
La obra se divide en cuatro secciones:
- Edificios administrativos
- Zona de plantas de procesos
- Zona de almacenamiento
- Área externa
Esta última se compone del gasoducto que va hasta Chiapas, el acueducto que conecta con el Río González y el libramiento de siete kilómetros que da vuelta al municipio para no afectar el entorno social.
El cuarto central está inspirado en el de Jamnagar, incluso fue desarrollado por la misma empresa (originaria de Houston). Considerado como el “cerebro de la refinería”, se ciñó a especificaciones antiexplosivas y otras de corte internacional. Se construyó con concreto colado, cables anti incendio y elementos afines. Las autoridades explicaron que cuenta con tecnología de última generación y los más altos sistemas de seguridad.
El proyecto incluyó la “Plaza de la Transformación”, un espacio en el que la Guardia Nacional realiza honores a la bandera dos veces a la semana y servirá como punto de reunión para los trabajadores. Para aminorar el impacto ambiental, se realizaron diversas acciones: no se tocó el manglar, se hicieron áreas de mitigación, se creó un lago semi artificial, se introdujeron algunas especies de aves y se instaló un vivero.
Rocío Nahle ha comentado ante los medios de comunicación que la refinería se está construyendo en una sola etapa, contrario a otras de su talla. Dos elementos que no se deben pasar por alto son la planta de cogeneración —la cual se creó para proveer la potencia necesaria— y la planta de tratamiento de agua —que se donará a Paraíso—.
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Empresas, contratos y estudios
Aun cuando la Refinería de Dos Bocas estuvo a cargo de PEMEX y la Secretaría de Energía, se contó con el respaldo de empresas de relevancia internacional y organismos federales. Tomando como base la exposición realizada en 2020, a continuación, se enlistan los datos más destacables sobre los involucrados.
Los estudios para el desarrollo del proyecto corrieron a cargo de diversas instancias municipales y federales: ASEA, SEMARNAT, SENER, SCT, API Dos Bocas, el Municipio de Paraíso, CFE, IMP, entre otros.
La ingeniería básica se distribuyó en seis instancias: el Instituto Mexicano del Petróleo, Bechtel, Axens Powering Integrated Solutions, Honeywell Uop, Worley y Technip. Como resultado se obtuvieron “17 plantas de proceso de los tecnólogos más reconocidos en refinación de petróleo a nivel mundial”.
Los contratos EPC del proyecto, divididos en seis paquetes, se celebraron con las siguientes empresas: ICA Fluor Daniel, Samsung Ingeniería y Kellog Brown & Root.
Sobre los tanques de almacenamiento de productos, las empresas responsables fueron: Metálica Fabricaciones, TCC Obras e Infraestructura, Impulsora de Desarrollo Integral, CI Heavy Industries, Construcciones Industriales y Ecológicas del Sureste, LM Vaga Construcciones, así como Fabricación y Reparación Electromecánica.
La base de un proyecto monumental
Los meses de trabajo ininterrumpido requirieron de 34 mil trabajadores y más de cuatro mil prestadores de servicio. Rocío Nahle mencionó que alrededor del 10% de la plantilla laboral estaba conformada por mujeres.
La generación de empleos propició una elevación histórica de los indicadores de Tabasco. A diferencia de los meses de construcción, cuando la refinería empiece sus operaciones empleará sólo a mil 200 personas, considerando todas las áreas.
En búsqueda de condiciones adecuadas para laborar, se construyeron espacios en los que los trabajadores podrán descansar, consumir sus alimentos y practicar deportes como el básquetbol.
Hacia la autonomía energética
La Refinería Olmeca tendrá la capacidad de cubrir el 30% de la demanda de gasolina en México; la producción que tendrá será equivalente al 55% de la importación actual.
Con respecto al diésel, las autoridades han mencionado que se cubrirá más del 100% de la demanda actual, lo que abriría posibilidades para la exportación. En contraparte, Dos Bocas no producirá combustóleo.
El mercado energético mundial se ha modificado a raíz de los acontecimientos geopolíticos de los últimos años. En medio de los cambios, México podría encontrar una puerta abierta para transitar hacia el posicionamiento internacional.