En días recientes la comunidad de Copales, en Huanímaro, Guanajuato, reportó movimientos telúricos, así como la presencia de grietas en las calles y viviendas, por lo que Protección Civil decidió evacuar a más de 250 de los 386 habitantes que viven en la localidad, con el fin de evitar algún accidente.
Al inicio de la semana se reportaron alrededor de doce casas afectadas, pero datos actuales indican que el número ascendió a más de 20. Autoridades de la localidad detallaron que el fenómeno geológico se manifestó en las calles, patios y paredes de las viviendas.
Miguel Ángel Vega, coordinador de Protección Civil de Huanímaro comentó ante medios locales que se tenían contabilizados cerca de 250 estruendos con movimiento telúrico. Además, describió que una de las grietas que apareció mide hasta un kilómetro de largo y tiene una anchura de 30 centímetros.
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Cerca de la localidad se encuentra un bordo para almacenamiento de agua que se emplea en el riego agrícola, el cual presenta una fractura y daños en su estructura. Esta fractura propició que el agua almacenada en el bordo se infiltrara directamente en el acuífero, por lo que autoridades realizan recorridos y monitorean la zona.
Inician investigación
El Gobierno del estado a través de la Comisión Estatal del Agua (CEAG) inició un estudio geofísico mediante sondeos electromagnéticos, para determinar la profundidad y continuidad de las fracturas identificadas en la localidad, con el objetivo de definir el nivel de riesgo y determinar las acciones necesarias.
Se estima que en dos semanas se obtengan los resultados, a través del cual también se definirá la pertinencia para realizar evaluación a la infraestructura hidráulica, sanitaria y calidad del agua de la localidad afectada.
Actualmente personal de Seguridad Pública del Estado a través de la Coordinación Estatal de Protección Civil y del Ejército Mexicano, realizan recorridos en la localidad para determinar los daños estructurales en viviendas y calles. Lo anterior para salvaguardar el bienestar de la población y mantener informadas a las autoridades locales, ante alguna contingencia.