Por: Xicoténcatl Morales Hurtado. Consultor senior en Direktia
“El estado natural de la vida para los seres humanos”, decía Dallas Willard, “es el de una dependencia recíproca. De igual modo que la firmeza del apoyo de nuestros pies condiciona la estabilidad de nuestro andar y la seguridad de nuestros movimientos, así también la seguridad del apoyo de otras personas es la condición para una vida estable y saludable.
Estas palabras contienen muchos principios que guardan un lugar especial en la vida de las organizaciones. Después de todo, esperamos muchas cosas de los demás: aprobación, respaldo, congruencia en su trato y una serie de conductas que permitan afianzar relaciones sanas y amigables por largo tiempo.
Debemos aprender a ver nuestra empresa como un laboratorio en el que todos los días la mezcla de ingredientes puede generar “reacciones” diversas. A veces dichos resultados expresan una mala combinación de valores, y otras, una mezcla casi perfecta de actitudes que terminan por generar un efecto muy positivo.
Los directivos y dueños de negocio deben entender, lo antes posible, que su buen trato y apoyo pueden ser activos intangibles de su empresa capaces de abonar grandes dosis de estabilidad necesaria para lograr las metas.
¿Qué es el desempeño de equipo?
Lo importante sería comenzar por preguntarnos qué tienen esas empresas que han aprendido a reproducir no sólo trabajo en equipo, sino desempeño en equipo (team performance). ¿Son quizás lugares donde sus colaboradores reciben grandes sumas de dinero a cambio de su trabajo, o acaso tienen prestaciones que nadie más puede igualar?
Aunque estos factores pueden ser incentivos para querer trabajar en una organización con un esquema productivo muy alentador, no siempre están presentes en una empresa que demuestra que sus elementos han logrado cultivar relaciones respetuosas y de alto rendimiento. La definición misma del desempeño en equipo nos puede ayudar a encontrar otras alternativas de respuesta.
Albet Dunn define el desempeño de equipo como “un tipo de proceso que vincula la capacidad individual al desarrollo colaborativo de metas, haciendo que las destrezas de cada miembro se potencien para alcanzar resultados extraordinarios”. No es tanto un subproducto del trabajo en equipo (teamwork) sino la condición a la que apunta deliberadamente.
Para desarrollarlo se requiere algo más que una evaluación constante de los objetivos del grupo. De hecho, exige convertir al grupo laboral base en un círculo de suficiencia.
Sobre este concepto tenemos muchas referencias en cualquier dirección a la que miremos. Un círculo de suficiencia es un tipo de relación cooperativa, donde la reciprocidad permite que los miembros de una pequeña comunidad (familia, amigos, partido político, etc.), se comporten asumiendo un rol de soporte que será crucial para mantenerse cohesionados y en constante retroalimentación.
Contar con una cultura organizacional que promueva periódicamente las aportaciones para impulsar el desarrollo, o que da la bienvenida a las sugerencias para agilizar procesos, puede ser una buena forma de transformar a nuestros grupos de trabajo en círculos de suficiencia y, desde ellos, gestionar el team performance.
¿Cómo favorece el team performance a mi empresa?
Cual sea la ruta que se escoja, el team performance tiene muchos beneficios evidentes para las unidades de negocio. Te damos a conocer algunos de los más relevantes:
- Permite que los miembros del equipo realicen aportaciones desde sus conocimientos y experiencias previas. Hacen que las tareas se interpreten y resuelvan desde diversos ángulos.
- Genera un sentimiento de participación multidisciplinar que ayuda a promover la inclusión, el respeto mutuo y el equilibrio en las responsabilidades.
- Abre la posibilidad para formular reflexiones crítico-positivas a las ideas que guían un proyecto; permiten así que haya cambios de opinión y estrategia.
- Sirve de soporte para evaluar los pros y contras de un resultado. De tal manera, podemos establecer tácticas para el mejoramiento continuo de futuros proyectos.
Llegar a este nivel no es fácil, pero sin duda representa una meta por la que vale la pena trabajar con insistencia. Con las herramientas adecuadas y los procesos de capacitación correctos, la gestión del desempeño de equipo es sin duda alcanzable.
Comenzar por definir las líneas de acción para hacer del grupo un círculo de suficiencia es una tarea que puede orientar muchos cambios positivos en tu firma o negocio. Los pasos subsecuentes precisan crear contextos y situaciones que contribuyan a que el desempeño en equipo fije compromisos que cada miembro deberá asumir (colocándolos como una prioridad de sus quehaceres).
Por cierto, y como nota cultural, la serie Habilidad física: 100 (recién estrenada en Netflix) ofrece muchos ejemplos de desempeño en equipo. Los capítulos donde los equipos enfrentan las pruebas “Arenas movedizas” y “Mover un barco de 1.5 toneladas” (segunda y tercera misión respectivamente) serían un gran recurso para ver con tu personal.