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¿Por qué mi gerencia fracasa?: Cuatro errores que afectan la carrera empresarial

Por: Xicoténcatl Morales Hurtado, CEO de Gestión Avanzada

Hacer carrera en el mundo empresarial es una travesía llena de oportunidades y momentos límite. Hoy, las organizaciones demandan líderes capaces de trabajar en equipo, desarrollar pensamiento complejo, saber aplicar la tecnología a situaciones diversas, detectar áreas de oportunidad; todo al tiempo que empoderan a otros en la mejor forma de ejecutar sus tareas.

Con una bitácora así, un gerente tiene que saber entender el alcance de sus acciones, la intensidad de sus tratos y el valor que su propia conducta genera en el desarrollo de las actividades insustituibles que realizan sus colaboradores. 

¿Cómo inician las grandes catástrofes?

El papel gerencial vuelve a posicionarse como un puesto clave para la vida empresarial. Por ello, atender los errores que se pueden cometer nos ayuda a delinear una guía reflexiva.   

1. Incapacidad de reaccionar a la innovación

Este error no sólo se trata de haber reprobado el programa de actualización que ofrece la empresa a sus gerentes senior sobre el ERP que acaba de adquirirse, ni tampoco de la falta de dominio de esta o aquella herramienta tecnológica que todos en la oficina o área parecen tener en sus dispositivos móviles.

Quizás el problema más profundo de esta conducta es la incapacidad de percibir el futuro con claridad, o las tendencias a abrazar las tradiciones como valores absolutos y quedarse atrás con respecto a las demandas crecientes de los clientes internos y externos. Los gerentes que se estancan suelen adquirir el apelativo de dogmáticos.

2. Falta de relaciones significativas

El trabajo puede ser agobiante (y, de hecho, lo es) cuando nos deja poco tiempo para interactuar con otras personas de las que podemos aprender mucho. Este error tiene diversas variantes, pero sin duda podemos percibir las más preocupantes cuando un gerente vive aislado del resto de sus pares y colaboradores, carece de una red de apoyo o dedica poco tiempo para conectarse con otros profesionales (digamos de una Cámara comercial o un grupo de profesionales del mismo ramo).

Pierde así la oportunidad de crear relaciones importantes que pueden ayudarle a rediseñar procesos y prácticas relacionadas con su vida personal y laboral. Se les llama apáticos a los gerentes que viven esta realidad.

3. Gestión superficial

La desatención sistemática a las comisiones ejecutivas y/o responsabilidades que se adquieren es un fenómeno que no sólo afecta a las personas con más años dentro de la empresa.

Muchos gerentes asumen una postura poco comprometida con su atmósfera, sin jamás acceder a vivencias que los vuelvan más experimentados, capaces o efectivos en sus labores.

Ya sea porque el trabajo les resulta poco atractivo, o porque sufren de un crónico desánimo, la gestión superficial brinda una imagen muy ilustrativa de las personas que cumplen con su horario y entregan sus reportes, pero no están presentes emocional ni mentalmente en sus labores.

El desarrollo profesional de este tipo de gerentes parece estar bajo un hechizo que los hace lucir apagados. La frase “viven en piloto automático” aplica muy bien a este perfil.  

4. Estandarización laboral o dirección rutinaria

Con el tiempo, las personas que conocen su empresa tienden a buscar rutas cortas para cumplir las metas. Muchos gerentes encuentran la manera de apegarse a rutinas simples (es decir trilladas), haciendo del trabajo diario un proceso rápido y sin esfuerzo (incluso carente de sentido).

Con el pretexto de que las personas son pragmáticas y resolutivas, muchos gerentes aplican “mañas” para resolver procesos que requieren un rediseño o una forma diferente de interpretar su significado a través del tiempo para devolverles su valor.

No está mal ser concretos, el problema radica en ser simplistas. Los gerentes que asumen este tipo de prácticas suelen ser ordinarios.

Cómo prevenirnos ante estos escenarios: mapeo del viaje empresarial         

Los gerentes que adoptan estas prácticas pueden pasar sus días al lado de aquellos que se comprometen, apasionan y esmeran en hacer un mejor trabajo. No obstante, el problema para los primeros es que su labor con el tiempo será, por lo menos, poco gratificante, ya no digamos desmotivadora.

Estar prevenidos ante estos escenarios demanda una gestión activa de liderazgo, autocrítica y búsqueda de nuevas metodologías que nos permitan refrescar nuestra mirada sobre las tareas que están generando automatismo y falta de esfuerzo. Hemos entrado en la era de los diseños de experiencias con valor. Todo gerente debe saber que hoy su tarea implica brindar confianza a sus colaboradores, incentivar la transformación, cambiar paradigmas y ser verdaderos gestores de cambio.

Una técnica usada en el coaching ejecutivo es ayudar a los gerentes a diseñar el mapeo del viaje empresarial como un recurso para desarrollar asertividad y sentido de propósito en sus actividades. No es tanto una técnica, sino una práctica.

Este mapeo consiste en ilustrar las necesidades, deseos y metas del gerente a mediano y largo plazos, encontrar las interacciones necesarias para enriquecer su carrera empresarial, indagar en la información necesaria para mantenerse actualizado, asumir la toma de decisiones que le llevaría a una mejor posición y registrar los estados emocionales resultantes de las jornadas, actividades y quehaceres que están produciendo altas dosis de satisfacción.

Sin duda, si reconociste algunos de los errores que se pueden cometer en la gerencia fallida, usar el mapeo del viaje empresarial te puede ilustrar dónde estás parada/o hoy y hacia donde quieres dirigir tu carrera empresarial para restablecer su vitalidad.     

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