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Por los derechos laborales: la voz de líderes sindicales en la región

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De acuerdo con el último reporte de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la población ocupada en México es de 55.5 millones, en tanto que el total de informales alcanza los 31.6 millones. 

Este segundo grupo no se encuentra bajo amparo legal o institucional, lo que deriva en casos generalizados de relaciones laborales cuestionables o injustas. Estos colaboradores se enfrentan a despidos sin aviso ni compensación de acuerdo con la Ley, salarios bajos, jornadas extras obligatorias, entre otras situaciones.

No obstante, contar con un empleo “bien remunerado” y bajo todos los lineamientos no exime a los trabajadores de ser víctimas de condiciones laborales precarias. La lucha que inició hace 136 años debe ser el estandarte para que en la actualidad se siga promoviendo una cultura laboral saludable y que beneficie a ambas partes.

En el marco de la conmemoración del 1 de mayo, Día del Trabajo, Líder Empresarial conversa con líderes sindicales en la región —pilares de la representatividad y puentes entre las empresas y sus trabajadores—.

A partir de sus diversos puntos de vista, presentamos las siguientes conclusiones. 

Los principales retos sindicales

Quizá la principal amenaza para los derechos laborales sea la desinformación. Según datos de la ENOE, 60% de los ocupados no cuentan con un empleo digno. ¿El problema? La mayoría desconoce o no tiene certeza de una sola respuesta que englobe toda la cuestión. 

Es de vital importancia la capacitación de la fuerza laboral en cuanto a sus derechos y obligaciones. Estas herramientas les darán voz a los trabajadores en caso de injusticias.

Por otro lado, los despidos injustificados y el hostigamiento laboral son aspectos que en la actualidad se viven entre las filas de las empresas; sumando, además, la poca competitividad salarial (por pagos incompletos de las jornadas e incluso por falta de ello).

Por ello, la Ley reconoce el derecho a la huelga y a la libre manifestación como acciones para que los derechos sean respetados. Estas medidas están respaldadas por la representación sindical de cada gremio.

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La misión: proteger los derechos de la clase trabajadora

Señalan que el diálogo es el punto focal para lograr acuerdos que beneficien a la clase trabajadora. Tanto la comunicación como las negociaciones entre el sindicato y las empresas son el camino para la búsqueda de mejores condiciones laborales, así como para la vinculación con otros sectores como salud, gobierno y educación.

De esta manera, los sindicatos no sólo buscan proteger los derechos laborales, sino también promover el desarrollo social y personal para las y los trabajadores —y sus familias—.

Asimismo, la misión es lograr la unidad entre las empresas y los agremiados. Es indispensable crear formas de organización sindical que fortalezcan la toma de decisiones, todo en el marco de la Ley, con asesoría y acompañamiento legal.

En definitiva, el objetivo siempre será defender y reivindicar tanto los derechos como los logros de la lucha de los trabajadores. 

Hacia una democracia sindical

En lo referente a la difusión de prácticas de democracia sindical —que permiten a los colaboradores elegir su propio contrato colectivo de trabajo—, los líderes sindicales destacan que, hoy en día, no es posible hablar de derechos laborales sin considerar el concepto de democracia sindical.

Si bien las opiniones suelen tornarse en blanco y negro (como en el caso de la transnacional General Motors en Silao, Guanajuato), este concepto desempeña un papel fundamental en la construcción de un bien común para las y los trabajadores.

Recordemos que el ejercicio de cualquier representación sindical se ejerce siempre a favor de los derechos fundamentales de los colaboradores (por lo cual está fuera de todo interés personal y político). Los trabajadores tienen la libertad de elegir quien los represente y responda por sus necesidades —sin que esto sea motivo de amenazas y represalias—.

En el caso de la SNTE, este derecho ya se maneja desde el año 1992: el principal objetivo es que se haga respetar la autonomía sindical. ¿Cómo evitar conflictos? A través de la celebración de congresos, asambleas y consejos donde los agremiados puedan expresar sus inquietudes, así como generar acciones para su resolución.

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