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Júrame, un elixir «eterno» que une ambos mundos

Uno de los mezcales que posicionó a San Luis Potosí cómo referente a nivel nacional es Júrame, que nació hace dos años, pero que tiene una herencia de casi 25 años de producir mezcal bajo el liderazgo de José Eduardo Lomelí, dueño y director general de esta empresa potosina. 

180 años de historia respaldan a la mezcalera, ubicada en una pequeña comunidad de Estación Ipiña antes llamada La Flor, perteneciente al municipio de Ahualulco en San Luis Potosí, precisamente en la vía de ferrocarril que conecta a Aguascalientes con la capital del estado.

Para esta marca, lo más importante no son los reconocimientos que ha ganado como la medalla de oro en la edición 2019 del México Selection by Concours Mondial de Bruxelles, sino el sentido de orgullo que han generado en la comunidad. 

Un Juramento hecho mezcal

Júrame es un mezcal cristalino joven, de un brillante elegante que le da un toque fino para sellar las promesas más entrañables. Es suave al trago y con exquisitos aromas al paladar, su sabor es la perfecta compañía para brindar y jurarse a los ojos. 

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Júrame es delicioso, pero también es exquisito en coctelería. En la Flor lo toman acompañado de un queso de cabra, con una tortilla tostada en brazas, o con un elote recién cortado, con tiras de nopales asados y unos granos de sal.   

Lo toman amigos, sin prisa, con calma. Lo toman para abrir el alma y dejan de tomarlo cuando nos está cerrando la razón. Lo toman para que sea más fácil decir te quiero, te amo. Para que sea más clara la grandeza del universo, para contemplar las estrellas, que allá se ven como en ninguna otra parte del mundo, para conectarnos con la naturaleza, con nuestros antepasados, con el cosmos. 

La historia del juramento

La mezcalera surge cuando la Hacienda La Parada inició su producción de mezcal. Ahí fue el primer juramento, un juramento al mezcal para producirlo por siempre, porque esa es la vocación de la comunidad y de la tierra. Una tierra semiárida, que sabe de fríos intensos y sol que quema, que soporta tierra seca y que sabe aprovechar lo poco que tiene, que hace del maguey su principal producto y la forma de sustento de esas comunidades.

El segundo juramento surgió del tiempo, un tiempo para hacer el mezcal con paciencia. Si el maguey dura 14 años en crecer y madurar, es una falta de respeto que en el proceso exista la prisa. También es por respeto a la vida en la comunidad, un lugar donde el tiempo pasa lento, donde rinden los minutos y las horas.

Una comunidad que celebra sus fiestas y tradiciones con entusiasmo y que no lleva prisa por vivir. Sabe gozar, sabe esperar, sabe disfrutar.

El tercer juramento es el que le da vida a la marca y tiene una visión de eternidad, es un juramento que nace entre familia con la comunidad para poner todo nuestro esfuerzo en que se produzca mezcal eternamente. 

Si hay producción de mezcal, la comunidad próspera, sino aparecen los fantasmas de la migración ocasionada por una falta de trabajo. Migrar hacia donde hay pocas posibilidades de encontrar una calidad de vida mejor que la que pueden tener en su lugar de origen.

El Mezcal Júrame quiere evitar lo que pasó en muchas comunidades potosinas: perder la mayoría de la producción de mezcal; el trabajo; la comunidad, sus costumbres, sus fiestas y sus tradiciones y se perdió su vocación, y recuperarlas se antoja imposible.

Un Juramento hecho mezcal para todo México

El mezcal es un licor que abrió mercado en México y el mundo. Hoy se le reconoce por su calidad, por ser natural, por la gran variedad de magueyes que se utilizan. 

Como parte de una mezcalería con más de un siglo de vocación, con una comunidad apasionada por el cultivo del maguey y como herederos del pacto inquebrantable con la tierra, Júrame, el mezcal artesanal joven, se posicionó por su calidad, su exquisito sabor, sus notas a quiote, hierba, tierra caliza, porque es elegante, suave al trago, es fino y amable. Excelente para pasar una tarde platicando con la pareja, con los amigos, con la familia.

Júrame no solo se vende en San Luis Potosí, también se vende en diferentes destinos turísticos como Puerto Vallarta, Los Cabos, Riviera Maya, así como los estados de Aguascalientes, Zacatecas, Durango, Querétaro, Ciudad de México, Monterrey. Si bien, un último juramento, es poder llegar a las manos de todos los amantes del mezcal en cualquier parte de México a través de Amazon.

“Júrame, el mezcal con el que se sellan promesas entrañables, un brindis sincero que se dice a los ojos y va directo al corazón.”

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