Para el reconocido galeno Christian González Cervantes, el ejercicio de la medicina es un arte cuyo objetivo es preservar y recuperar la salud. Para ello, se requieren una serie de conocimientos, habilidades y valores, así como respeto por la profesión —y, sobre todo, por el paciente—.
Graduado en Medicina por la Universidad de Guadalajara, donde fue premiado, por sus logros académicos, con un intercambio en el Hospital General de Viena (Austria), cuenta con una especialidad en Medicina Interna por el Centro Médico Nacional de Occidente, además de una subespecialidad en Oncología Médica por el Instituto Nacional de Cancerología.
Sobre las razones que lo llevaron a decantarse por la oncología, recuerda que cuando era estudiante constató varias experiencias en las que el paciente diagnosticado con cáncer era parcial o totalmente abandonado.
Sin embargo, él mismo reconoce que la situación poco a poco ha cambiado. Esta especialidad ha tenido enorme crecimiento y desarrollo, lo que ha impactado de manera positiva en los pronósticos de quienes tienen este padecimiento.
“Lo que más he aprendido es que, independientemente del tipo de enfermedad a la que nos enfrentemos, siempre habrá algo que podamos hacer para contribuir al bienestar y la calidad de vida de nuestros enfermos”, señala.
En este sentido, González Cervantes, quien está certificado por el Colegio Mexicano de Oncología y es miembro de la Sociedad Mexicana de Oncología, de la American Society of Clinical Oncology, de la European Society of Medical Oncology y de la European School of Oncology, destaca que, gracias a los avances que se han alcanzado, el cáncer es curable si se diagnostica a tiempo.
No obstante, no se trata solamente de detectarlo, sino de efectuar una correcta estadificación (realización de exámenes y pruebas para determinar el grado de diseminación del cáncer en el cuerpo), así como de realizar un tratamiento personalizado, acorde a las características de la enfermedad y del paciente. “En el caso del cáncer, el tratamiento debe ser como un traje a la medida”, subraya.
Proporcionar información amplia y precisa, realizar diagnósticos oportunos, conducirse con honestidad e innovación en las opciones de tratamiento, brindar un trato ético, respetuoso y humano, así como proteger la economía de sus pacientes son cualidades que lo han llevado a erigirse como uno de los oncólogos más buscados en el estado (pero también a nivel nacional e incluso en otros países).
“La confianza que genero en mis pacientes y sus familias después de efectuar una valoración precisa y de palpar los resultados de los tratamientos crea un vínculo no sólo importante, sino duradero”, remarca.
Entre sus servicios sobresalen: abordaje integral del paciente con cáncer, tratamiento sistémico antes y/o después de la cirugía, tratamiento de la enfermedad en estado avanzado (uso de quimioterapia, terapia blanco e inmunoterapia, según el caso), e inclusión en protocolos de investigación a nivel tanto nacional como internacional.
Entre las metas que se ha propuesto para el año entrante, destacan: la consolidación de un equipo multidisciplinario para brindar una mejor atención, ampliar la cobertura a la región, colaborar con asociaciones civiles en materia de concientización y detección oportuna de la enfermedad, así como respaldar a los pacientes de bajos recursos económicos.
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