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Los factores Rivera Río, Reynoso y Arellano para 2021

Bien lo decía el propio Luis Armando Reynoso una y otra vez siendo gobernador por aquellos lejanos 2009 y 2010: en política los muertos reviven.

Aguascalientes cerró 2020 y arrancó 2021 con sorpresas que pueden cambiar el rumbo de la política local para los próximos tres años. Ante la falta de acuerdos en el PAN, cuya militancia y sus simpatizantes daban por hecho no solo que ganarían sino que arrasarían en la elección de este año, políticos con experiencia empezaron a oler la sangre y alistaron lo poco que les queda en la reserva para dar batalla este año.

Ante la atomización en el PAN donde se disputan los puestos entre varias corrientes no ideológicas, sino de proyectos pragmáticos, el primero en saltar a la escena pública fue el ex alcalde Gabriel Arellano Espinosa.

Ex priista, ex independiente, y con un intento fallido de incursionar en MORENA, Arellano ha dicho a propios y extraños que esta elección tiene varias similitudes a las que lo hicieron ganar en aquel lejano año 2008, cuando venció, tal vez “de rebote”, al eterno operador panista Arturo González Estrada.

Ante la falta de acuerdos en el PAN, el entonces gobernador, hoy aspirante a la alcaldía, Luis Armando Reynoso Femat, decidió apostar por otro partido político, Movimiento Ciudadano y su candidato, Armando López Campa.

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En una elección trompicada, el voto duro del PRI decidió la elección dando a Arellano la posibilidad de ser alcalde, puesto que dejó a medias (él tendrá que explicar las razones) por una diputación local.

Esta luz que da la puerta entreabierta hizo pensar a Arellano que con un gobierno y un ayuntamiento divididos, aparentemente sin reconciliación posible, podría hacerlo crecer para llegar de nuevo a la alcaldía.

Sin embargo, el “vehículo” que pintaba ser una opción poderosa dadas las circunstancias que en ese momento prevalecían en Nuevo León y con el apoyo del partido naranja, sobre todo en Jalisco, se desplomó, dejando a Arellano en una posición no favorable para la contienda por la capital.

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En seguida, arrancando el año, Luis Armando Reynoso decidió publicar en redes sociales lo que había venido insinuando desde mediados del año anterior: su interés por volver a ser alcalde de la capital.

Como alcalde, dicen los que se acuerdan, el ex gobernador fue un buen funcionario público; como candidato, tal vez el mejor que ha dado el PAN en Aguascalientes; como gobernador, Reynoso Femat es recordado por haber estado a la cabeza en la peor crisis de seguridad que haya vivido la entidad y por haberle dado la espalda, otra vez, al PAN para entonces apoyar al hoy presidente, Andrés Manuel López Obrador, en su segundo intento por llegar a la presidencia de la República.

Para lograr su propósito, Reynoso eligió un partido de reciente creación: Fuerza Social por México, que encabeza un personaje que, al menos mediáticamente, se ha dicho cercano a López Obrador: Pedro Haces.

Reynoso parece haber tomado la decisión luego de enviar dos alfiles a las filas de la alcaldesa Tere Jiménez para medir el terreno. Esos alfiles parecen haber conseguido el propósito, que era fracturar al equipo interno de la alcaldesa para buscar opciones.

Al apoyar Reynoso formalmente y de facto a dos aspirantes del equipo de Tere a la alcaldía, partió en tres al equipo dejando debilitado al prospecto de Rubén Camarillo: Leonardo Montañez.

Por si esto fuera poco, la semana que recién concluyó, Blanca Rivera Río, esposa del ex gobernador, Carlos Lozano, hizo públicas sus aspiraciones para también contender por la alcaldía.

Si Arellano y Reynoso parecen tener algo de influencia en el círculo empresarial de la entidad, el fuerte de Blanca, sería sin duda, su arrastre popular en el oriente de la capital. A Blanca se le recuerda por la fuerza y el empuje, sobre todo mediático, que le daba a su marido durante su gestión al frente del DIF estatal. 

Las fortalezas de la priista podrían radicar en la relación tan estrecha que hay entre la familia Lozano Rivera Río y el líder de MORENA en el senado, Ricardo Monreal

Si bien luce difícil que por sí solos estos tres actores puedan llegar a ganar la elección, los tres parecen ser cabeza de playa para revivir o crear fuerzas políticas que vuelvan a dar equilibrio tanto en cabildos como en el Congreso local.

Seguramente estos tres actores podrían hacer crecer lo suficiente a MC, PRI y FSPM para hacer que el cabildo de la capital tenga más presencia política y deje de ser solo comparsa en la toma de decisiones del municipio capital. Además, las posiciones plurinominales en el Congreso podrían ser ocupadas sobre todo por MC y FSPM lo que daría un liderazgo mediático y social tanto a Arellano y a Reynoso si es que eligen no ir como regidores en la primera posición en caso de que continúen con sus aspiraciones políticas.

Sin duda, el partido que parece ganar con estas decisiones es MORENA. Ante la división y la pulverización del voto que podría darse con estos tres aspirantes, si MORENA no se equivoca de candidato, tendría una opción real de abrir en el bajío el boquete que López Obrador necesita para continuar rumbo a Guanajuato y Querétaro.

La decisión de Pedro Haces de apostar por un viejo lobo como Reynoso y de Monreal que seguramente apoyará las aspiraciones de Blanca, además del candidato de MORENA en caso que sea Arturo Ávila, son mensajes claros que desde la Ciudad de México el partido del presidente le está mandando al PAN, partido que parece no querer leer esos mensajes.

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