Por: Page Group
Una era marcada por la necesidad de reactivación económica exige una evolución en el rol de las empresas. La necesidad de una nueva aproximación en el liderazgo corporativo se ha hecho evidente -y, por lo tanto, en sus consejos de administración o juntas directivas-.
Sin embargo, no es posible mejorar lo que no se mide. El estudio Board Members Survey Latam 2021, que se realizó con una muestra de más de mil juntas directivas de América Latina, tiene como propósito contribuir a la construcción de un ecosistema corporativo plural y con cimientos fuertes para propiciar el desarrollo empresarial.
Su realización fue posible gracias a la colaboración de Page Executive, la red de Institutos de Gobierno Corporativo de América Latina (IGCLA) y la Corporación Financiera Internacional (IFC), que pertenece al Banco Mundial.
Entre los hallazgos encontrados destaca que, si bien los consejos son absolutamente cruciales para el bienestar de una organización y su sostenibilidad, hay mucha informalidad en torno a ellos. 65% de las posiciones en el board han sido otorgadas por la relación cercana con uno de los accionistas o a través de networking, lo que manifiesta la falta de independencia en las juntas directivas de la región -y de objetividad en el proceso de selección-.
Solo 7% de los miembros del consejo de administración fueron seleccionados por un Headhunter. Para garantizar la objetividad en el proceso de selección, es crucial realizar una valuación (que sea igual para todos) y en la que se usen herramientas contundentes para medir las habilidades de los candidatos al board.
“No estamos diciendo que el networking no sea una buena estrategia, pero sí aumenta el riesgo de sesgo. Entre más haya un valuador externo, que no tenga ningún interés de por medio, más se logrará la objetividad”, aconseja Margarita Maldonado, Associate Manager de PageGroup Colombia.
De acuerdo con la investigación, 37% de los miembros tiene entre 51 y 60 años de edad, mientras que 26% de los dirigentes se halla entre los 41 y 50 años. Los datos obtenidos dejan ver que la población que se encuentra entre los 61 a 70 años es del 23%.
Sobre la equidad de género, 20% de las empresas participantes tiene entre el 40 y 50% de mujeres en sus juntas directivas. En el 76% restante, las mujeres ocupan menos del 30% en dichas juntas. En total, únicamente el 4% de los consejos tiene una participación de mujeres mayor al 50%. La subrepresentación femenina en los consejos de administración es evidente.
En términos de salarios, no hay un marco de referencia. Muy pocas organizaciones recurren a una evaluación externa, que permita visualizar su retorno de inversión y margen salarial. 31% de los puestos de junta directiva son ad honorem (sin retribución económica), lo que sucede especialmente en las empresas más pequeñas y de capital cerrado.
De los directores que no reciben remuneración, 67% son hombres, mientras que 33% son mujeres. No obstante, esto no es fortuito, si se toma en cuenta que la participación de las féminas en las juntas directivas es menor que la de sus pares.
En esquema de pago fijo anual, un miembro de la junta con menos de un año de experiencia recibe en promedio 23,146 dólares. En contraste, uno con más de 10 años de trayectoria laboral obtiene 33,959 dólares. A medida que aumentan los años de experiencia se incrementa la remuneración; en general, el presidente obtiene una compensación 25% superior.
De las compañías que pagan por honorario fijo y variable anual, un directivo con una trayectoria menor a un año percibe un pago fijo anual de 3,696 dólares y un variable de 11,088 dólares. Pero, con una experiencia laboral superior a 10 años, el miembro de la junta recibe un salario fijo de 162,073 dólares y un honorario variable de 77,684 dólares al año.
En el esquema de pago por reunión prevalecen los profesionistas que tienen de 3 a 5 años de experiencia y perciben alrededor de 1,731 dólares por sesión. Le siguen los miembros con 5 a 10 años de experiencia, quienes reciben unos 1,452 dólares. Después, aparecen los miembros con menos de 3 años de experiencia y por su labor ocasional en las juntas directivas pueden ganar 1,335 dólares. Los expertos, que en su hoja de vida hay más de una década de trayectoria, también son convocados para asistir por sesiones y perciben 1,293 dólares.
Hasta ahora, el móvil para ser miembro del consejo es la reputación. Para que realmente un consejo agregue valor, su conformación debería basarse en las necesidades de la organización. Además, cada integrante debe tener apertura y sensibilidad para empoderar a otros; aportar, co-administrar y llegar a acciones conjuntas que estén a favor de la compañía.