Un emprendedor siempre tiene que pasar por retos y dificultades para alcanzar sus sueños y objetivos. Este es el caso de Leonardo Alvarado, fundador del gimnasio House of Valkyr y de la agencia digital Grand Central Station.
Para Leonardo el deporte ha sido todo un proceso, pues su cuerpo ha pasado por diferentes etapas, desde tener sobrepeso hasta volverse flaco y musculoso. Sin embargo, durante el trayecto cometió errores que afectaron su salud.
“Siempre dije: ‘el día que yo ponga algo que tenga que ver con el tema del fitness, quiero que sea para ayudar a las personas a que no cometan las tonterías que yo hice’. Ese siempre fue el foco”, señala.
La primera incursión de Alvarado en el emprendimiento fitness fue a través de la creación de programas de entrenamiento y dietas. Sin embargo, no tuvo el éxito deseado.
Luego, Leonardo decidió crear una proteína, un camino tampoco exento de retos, debido a que incursionó en un mercado con mucha competencia y pocos conocimientos.
“Por donde le vieras, era un producto que no me iba a jalar, pero yo seguí con eso unos seis meses. Lo metí en Amazon, y perdía cada que lo vendía, entre las comisiones, el envío, etc.», apunta.
Por ello, buscó atender la forma en que la gente veía el fitness: volverlo divertido y atractivo para la gente, en lugar de una tarea aburrida. Así creó House of Valkyr. En el recinto, a la par de poder hacer ejercicio, la gente tiene esa parte de entretenimiento, combinando los cuatro elementos (tierra, aire, agua y fuego).
“Me puse a pensar que faltaba algo como el indoor cycling, pero de fuerza. Entonces, me surgió esta idea: quiero que la gente se convierta en su propio héroe a través del ejercicio”, comparte.
Simultáneamente, Leonardo inició la agencia digital llamada Grand Central Station. Inicialmente ofrecía servicios de fotografía y diseño para generar ingresos adicionales, en tanto desarrollaba Valkyr. Con el tiempo, el negocio creció y ahora cuenta con seis empleados, mientras brinda soporte a House of Valkyr.
Aunque ha alcanzado el éxito, Leonardo reconoce los sacrificios atravesados. Su vida está dedicada a sus negocios, lo que ha significado renunciar a tiempo para amigos y relaciones personales.
“Ahorita no tengo vida, mi vida es esto. Al final tengo que estar trabajando todo el día. Me ha costado mucho, pero tengo muy claro que en esta etapa de mi vida lo que quiero es esto”, finaliza.