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La figura del sommelier en los restaurantes

Por Marisa García 

Lic. en Ciencias de la Comunicación por el ITESO, sommelier de la Associazione Italiana Sommelier y de la Organización Nacional de Sommeliers de México, directora de Bon Vivant

 

El sommelier, ese gran desconocido que hasta hace poco nos preguntábamos qué era lo que realmente hacía, tiene en realidad raíces muy antiguas, las cuales se remontan a los inicios de la Edad Media en Europa (principalmente en las cortes nobles de Francia, Italia y Alemania). 

Si bien en aquel entonces no llevaba ese nombre, es verdad que existía una figura que se encargaba de almacenar, clasificar y elegir el vino para las celebraciones. Con la llegada del Renacimiento, este quehacer sobresalió aún más y desde entonces no ha dejado de ser relevante en Europa. 

¿Y en México desde cuándo existe? Fue en 1993 cuando los primeros sommeliers se certificaron en México; eran un grupo liderado por el Ing. Sommelier Pedro Poncelis Brambila, que empujó el desarrollo de esta profesión en el país. 

Según el Ing. Sommelier Agustín Rodríguez, presidente fundador de la Organización Nacional de Sommeliers de México (ONSOM), actualmente existen alrededor de 2,000 sommeliers a lo largo y ancho de la República Mexicana, desde Los Cabos hasta la Riviera Maya. 

Su papel es de suma importancia en los restaurantes, sobre todo en aquellos en los que el vino es parte del servicio. Este profesional es el responsable del almacenamiento del vino, el acomodo en cava, el ordenamiento de la carta de vinos y de llevar el protocolo correcto y servicio de esta bebida en la mesa; por lo que lejos de temerle y evitarlo, lo ideal sería que los comensales aprovecharan sus conocimientos y recomendaciones para tener una experiencia memorable. 

En Aguascalientes, actualmente contamos con seis restaurantes que tienen en sus filas a un sommelier, y esta tendencia va al alza no solo en la entidad, sino en todo el país. 

Agustín Rodríguez considera que este profesional cada día toma más fuerza y se estima que, en un plazo de cinco años, su número aumente en restaurantes, así como que tenga mayor presencia en tiendas especializadas o supermercados que manejen vinos (tal y como sucede en Europa). México ya se encuentra preparado para recibir este servicio, ya que el consumo y la cultura del vino están creciendo. 

Para los sommeliers existe un gran futuro y un gran campo de acción en nuestro país. Su trabajo es cada vez más apreciado, respetado e incluso se ha vuelto aspiracional debido al conocimiento cultural que conlleva. Claro está que depende de nosotros (los sommeliers) llevar de modo serio nuestra profesión para que seamos totalmente reconocidos como en el Viejo Mundo. 

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