El fútbol americano está lleno de momentos que marcan la carrera de los jugadores, para bien o para mal. Así pasó el uno de enero de 2019 en el partido colegial entre los LSU Tigers y los UFC Knights, y si no, pregúntele a Joe Burrow de los Cincinnati Bengals, el joven imberbe que ha venido a revolucionar a toda una ciudad.
En aquella ocasión, Brandon Moore interceptó a Burrow, quarterback de LSU Tigers en su propia zona roja y regresó el ovoide para un picksix de 93 yardas. El mariscal de campo rival intentó detener su huida, pero recibió un fuerte impacto del defensivo Joey Connors que cimbró a todo el estadio. Fue el tipo de golpe que puede terminar una carrera, no solo por la huella física sino mental.
Tanto Moore como Connors pensaron que sus jugadas definirían a su favor el ‘Fiesta Bowl’ (con la anotación, su universidad se fue al frente 14-3 al primer cuarto del juego). Lo que no anticiparon es que su extraordinaria intervención únicamente motivó el nacimiento de uno de los personajes más revolucionarios de la NFL: la figura de Joe Burrow.
¿Quién es Joe Burrow?
Con un estoicismo propio de un jugador elegido, Joe Burrow se levantó del golpe que le propinó Connors (impacto que sumiría en la inseguridad a muchos jugadores) y lideró a LSU a una remontada para ganar el ‘Fiesta Bowl’ 40-32, resultado que marcó el fin de la temporada.
Al año siguiente, Burrow registró una de los ejercicios más envidiables en toda la historia del fútbol americano colegial, al encaminar a LSU al campeonato nacional, acabando de manera invicta humillando en la final a los vigentes campeones Clemson Tigers 42-25 y ganando el Trofeo Heisman que lo acreditó como el mejor jugador de la liga.
Pero para Ed Oregon, head coach del equipo legendario de LSU (escuadra que tenía en sus filas a receptores como Justin Jefferson o Ja’Marr Chase, estrellas actuales de la NFL), la clave del éxito de la universidad se remontó a ese momento dramático en el que Burrow sufrió el golpe que lo pudo dejar fuera del emparrillado.
“Creo que ese golpe fue gran parte de nuestro éxito. Cuando sufrió el impacto íbamos abajo por catorce puntos, y pudimos regresar anotando tres touchdowns. Eso definió su fortaleza como jugador, eso definió su carácter y le demostró al equipo que podía contar con él bajo cualquier circunstancia”, mencionó.
Ciertamente, desde ese golpe Burrow encadenó una de las mejores campañas en fútbol colegial que hayan presenciado los seguidores del fútbol americano. Los Cincinnati Bengals lo sabían y lo draftearon con la primera selección global del Draft 2020.
Lamentablemente, la prometedora estrella sufrió una lesión sumamente grave en la semana 11 de la NFL al enfrentar a los Washington Redskins, percance en el que se rompió múltiples ligamentos de la rodilla que terminaron su temporada.
El joven mariscal de campo regresó para la temporada actual, y si bien no ha sufrido ninguna lesión, Burrow ha sabido esquivar contratiempos serios al ser el quarterback más capturado de la liga.
Así, pese a sufrir una de las lesiones más aparatosas en los últimos años, Burrow ha mantenido una serenidad en el campo de juego atípica para su edad, una quietud que lo ha llevado a liderar a un equipo que antes de su aparición llevaba más de tres décadas sin cosechar ninguna victoria en los playoffs, guiándolos al Super Bowl LVI ante Los Angeles Rams y llenando de esperanza a una ciudad.
No obstante, los augurios no son buenos: la línea ofensiva de los Cincinnati Bengals es una de las peores en la liga, situación que se agravará al enfrentarse a un equipo repleto de estrellas dignas del Salón de la Fama (Aaron Donald, Von Miller), capaces de colapsar la línea de golpeo y definir el encuentro a favor del equipo angelino.
Joe Burrow deberá mantener la calma que lo ha caracterizado en los momentos más apremiantes de su trayectoria y jugar a su más alto nivel ante el reto más grande de su carrera como profesional si quiere levantar el Vince Lombardi.
Lo positivo es que, como Tom Brady, ha demostrado que por el momento e ningún incidente lo puede sacar del juego. En el juego divisional contra los Tennessee Titans (el primer sembrado de la Conferencia Americana), Burrow recibió nueve sacks y aún así conservó la compostura para encaminar a su equipo a la victoria.
Le han apodado «Joe Cool» por su compostura en los momentos más apremiantes. No hay mejor quarterback en la liga en terceras y cuartas oportunidades, de acuerdo con el sitio de analítica Next Gen Stats.
Hoy Joe Burrow deberá hacer gala de su tranquilidad y sosiego en los momentos más histriónicos del Super Bowl. Si logra preservar esa resiliencia mostrada en su carrera, ningún marcador o suceso en contra podrá abatirlo. Al contrario, dirigirá a su equipo al olimpo en lo que sería una de las historias más bonitas de los últimos años y certificaría el cambio de guardia en la NFL.