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Industria automotriz en movimiento hacia el futuro

Ricardo Martínez Castañeda

Por: Ricardo Martínez Castañeda, tesorero y vocero del Clúster Industrial de Aguascalientes

Las secuelas del COVID-19 en las economías a nivel mundial dejaron poco a la imaginación. En medio de la escena de devastación post pandemia, hubo un caos masivo en la industria mundial. 

El inicio del coronavirus fue particularmente destructivo para sectores como el aeronáutico, el electrónico y el automotriz. Este último, que antes de la pandemia era un remanente de numerosas disrupciones como la movilidad eléctrica o los viajes compartidos, quedó despojado de su brillante futuro. Los expertos se preguntaban si alguna vez se vería luz al final del túnel.

Cuando la pandemia estaba en su apogeo, la industria parecía estar en una de sus peores fases; enfrentaba problemas como el  suministro de productos en sus diferentes cadenas productivas y requisitos cambiantes de los consumidores. 

Los fabricantes de automóviles lidiaron con la caída en ventas, la incertidumbre política, la alta inflación y la disminución en el crecimiento económico. Todo esto ha causado incertidumbre entre los diversos actores del mercado.

Según diversos expertos, tras una ligera mejoría en 2022, todavía existe un largo camino antes de alcanzar los niveles previos a la pandemia. 

La embestida de la pandemia se manifestó en paros técnicos de producción, debido a intensos protocolos de distanciamiento social, cierres a nivel nacional y a la falta de componentes. 

Las principales empresas de manufactura todavía luchan por volver a la producción regular de vehículos. Los cierres parciales de algunas fábricas acentuaron los retos. Adicionalmente, en la industria se reflejaron pérdidas financieras masivas, lo que tuvo impacto directo en el PIB. 

Ya en 2021, las ventas se mantuvieron lineales; por tanto, las empresas automotrices tendrán que modificar su enfoque y acelerar la adopción de la industria 4.0.

Los expertos opinan que los paros y cierres técnicos de fabricación pueden ser aún desafíos críticos; quizás lo anterior debiera provocar que los fabricantes de automóviles impulsen el cambio tecnológico para alejarse de los estándares y procesos convencionales.

La prolongación de COVID-19 ha provocado una interrupción intermitente en la producción. Como ejemplo, China ha visto afectados casi dos tercios de su fabricación de vehículos.

Las cadenas de suministro de automóviles están, en su mayoría, repartidas entre geografías. Con cada país imponiendo sus protocolos, la gestión de estas cadenas ha recibido un gran golpe y ha emergido como uno de los desafíos más urgentes.

Enfrentando más que desorganización e interrupción, ahora estarán bajo presión adicional —debido al cuello de botella en la fabricación de semiconductores—. Se deberán implementar prácticas ágiles para responder.

Clústeres del Bajío, ¿hacia dónde van?

Un objetivo primordial de los clústeres será que, a través de la triple hélice (empresas-universidades-gobierno), se impulse el desarrollo económico y el aumento de competitividad.

En el caso de Aguascalientes, a través de principios y valores compartidos (como la mejora continua), los retos serán el desarrollo de proveeduría local, la consolidación del ecosistema industrial y el aumento en la competitividad de su cadena de suministro.

Será importante promover herramientas para el desarrollo organizacional de las empresas que integran los clústeres, con la finalidad de generar talento humano capacitado. De tal forma, podrán responder de manera óptima a los desafíos, asegurar la formación de talento de alto valor agregado, así como promover la vinculación efectiva entre empresas, entidades gubernamentales e instituciones de educación superior.

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