La gestión del tiempo resulta especialmente problemática para los líderes empresariales, debido a la magnitud de sus responsabilidades y las horas limitadas en el día. Va más allá del hecho de que el tiempo perdido nunca se recupera: no gestionar el tiempo estratégicamente perjudica el bienestar, la eficacia y el rendimiento organizativo del ejecutivo.
«La forma en que los directores ejecutivos asignan su tiempo y su presencia es crucial, no sólo para su propia efectividad, sino también para el desempeño de sus empresas”, menciona un artículo publicado en la Harvard Business Review. Derivado de lo anterior, podría argüirse que un paso fundamental para convertirse en un líder eficaz es la gestión adecuada de la agenda. Por lo anterior, Líder Empresarial conversó con diversos líderes en áreas educativas, industriales, empresariales y financieras para conocer sus perspectivas.
“El director de una empresa o institución debe ser el primero en dar el ejemplo, siendo puntual y ordenado. Si envías un mensaje falso a las personas con las que trabajas o te relacionas, y no demuestras con ejemplo, tu credibilidad va a estar en el piso”, sostiene Antonio de los Reyes, rector de la Universidad Panamericana Campus Aguascalientes.
Al abordar la gestión del tiempo, el reconocido empresario don Salvador Rodríguez Aldrete menciona que, por lo general, las personas tienden a cometer un error: atienden lo urgente en lugar de lo importante. Por ello, es imperativo que los líderes sepan discernir entre ambas cuestiones.
“Eso es algo vital que me ha permitido tener éxito, pero también ser feliz: entender qué es lo importante. Veo con tristeza cómo muchos ejecutivos pierden tiempo en urgencias, y yo les replico, preguntándoles qué les aportará. Si no tengo claridad en lo que es importante, en lo que agrega valor a mi empresa y a mi vida, estoy perdido. Por eso, debemos cultivar esa habilidad de discernimiento. De lo contrario, perderemos el tiempo”, comparte.
Enrique Clemente Sánchez coincide. El socio retirado de Deloitte y ex secretario de Finanzas de Aguascalientes afirma que los grandes líderes convierten sus actividades cotidianas en acciones que impulsan la productividad del negocio: planifican, organizan y priorizan. «Creo que estas son actividades cruciales para gestionar mi tiempo«, agrega.
Por más de 30 años, Armando Ávila estuvo inmerso en la industria automotriz, uno de los sectores más exigentes y competitivos del mundo. “Estás a contrarreloj”, señala quien fungió como vicepresidente de Manufactura de Nissan Mexicana. Por lo anterior, considera:
“La sincronización de las actividades en un negocio es lo que impulsa un rendimiento excepcional en los resultados. Sincronizar el objetivo con cada una de las numerosas actividades que deben llevarse a cabo no sólo a nivel corporativo, sino también en el mundo y cómo se están desarrollando, es fundamental. Por lo tanto, para mí, hablar sobre el tiempo es primordial, porque está intrínsecamente ligado con los intereses de la compañía”.
Equilibrio, delegación y descanso, eslabones clave
Cuando se aborda el tema de la gestión del tiempo, surge un concepto fundamental: el equilibrio entre la vida personal y profesional. En este contexto, los líderes coinciden de manera unánime en que es prioritario disfrutar de un buen descanso.
Ya lo decía Jeff Bezos: “Duermo ocho horas porque pienso mejor. Tengo más energía. Mi estado de ánimo está mejor”. En síntesis, el descanso de calidad permite tomar decisiones de calidad.
Una investigación del departamento de Psicofisiología de la Universidad de Ottawa encontró que tan solo una noche sin dormir puede afectar significativamente las respuestas neurales en el cerebro, lo que puede alterar el comportamiento de asumir riesgos y afectar el bienestar cognitivo.
“Los líderes, al no descansar, comprometemos la vida de nuestra organización. Entonces, cómo es posible que, si no estoy fresco, descansado, y no he tomado mis días de descanso, si no puedo razonar adecuadamente debido a la falta de sueño la noche anterior, pueda tomar decisiones acertadas”, menciona don Salvador Rodríguez.
Para Enrique Clemente, cuando un líder se muestra renuente a descansar es porque, posiblemente, no ha sabido delegar. En este sentido, subraya que otro de los rasgos distintivos de los líderes destacados con los que ha tenido la oportunidad de interactuar es su notable habilidad para delegar de manera asertiva.
“En muchas ocasiones, en lugar de delegar, lo único que hacemos es dar órdenes o mandar. Pero a veces esto no contribuye a la formación del individuo, sino más bien a la deformación de la persona«. Por lo anterior, advierte: «Cuando una persona no se siente reconocida ni tomada en cuenta, será más difícil que se comprometa con el negocio y colaborará de manera menos productiva«.
En este sentido, Antonio de los Reyes destaca la importancia de situar a las personas en el lugar adecuado. El rector de la Universidad Panamericana Campus Aguascalientes insta a ser analíticos y a no tomar decisiones precipitadas, con el fin de asegurar que la persona que asumirá una responsabilidad lo haga de la mejor manera posible.
Don Salvador Rodríguez destaca la importancia de comprender con quién se trabaja y cómo comunicar las órdenes de manera efectiva. Enfatiza la necesidad de enseñar y supervisar, subrayando que el proceso carece de eficacia sin retroalimentación y correcciones.
Además, aboga por permitir que los subordinados tomen decisiones bajo supervisión, fomentando el aprendizaje y la asunción de errores. Don Salvador insiste en la humildad para reconocer la posibilidad de equivocarse y destaca que el ascenso a puestos de liderazgo resulta de superar errores.
“Uno llega a ser CEO porque se levantó después de caer muchas veces. Entonces enseña, mide, corrige y acepta que se pueden equivocar. Si lo hacemos, podremos delegar, tendremos gente muy capacitada y nosotros podremos atender otros asuntos”, indica.