El pasado viernes 20 de noviembre concluyó el Buen Fin 2020, el cual, para sorpresa de muchos, presentó cifras récord al incrementar sus ventas 20% con 141 mil 600 millones sobre las del 2019,que fueron de 118 mil millones de pesos, aún a pesar de que la pandemia trajo grandes estragos a la economía y por lo tanto al consumo.
Durante este Buen Fin el periodo de duración se extendió de cuatro días a 12 para evitar aglomeraciones en las tiendas y centros comerciales. De acuerdo con Monex, aún así se esperaba una respuesta poco alentadora por parte de la población debido a las restricciones en la movilidad, así como por el decrecimiento económico de este año; sobre todo porque en el mes de agosto se registró una alta tasa de desempleo, y el frenado en seco de muchos sectores económicos, especialmente aquellos que no eran de primera necesidad como las tiendas departamentales.
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Pero, a pesar del pronóstico desalentador, las ventas tuvieron un aumento mucho mayor a las del año pasado, rebasándolas por casi 24 mil millones de pesos. Y como se esperaba los artículos más vendidos fueron ropa, calzado, alcohol y productos de tecnología (principalmente pantallas).
También se ha reportado que el 31% de los consumidores realizaron sus compras con sus ahorros, el 24% (menor a lo previsto) empleó métodos de crédito y el resto hizo uso de recursos inmediatos. Esto implicó un aumento en la demanda de billetes y monedas por parte del público de 53 mil 59 millones de pesos en la semana del 13 de noviembre; lo que resulta alentador por el poco endeudamiento que podría generar.
Sin embargo, a pesar de que las ventas fueron mejores de lo que se esperaba, gran parte de estas se realizaron en línea. Esto se debe, de acuerdo con Monex, principalmente a la necesidad de mantener una distancia adecuada y evitar lugares donde se concentra mucha gente; lo que se ha traducido al cierre de muchos centros comerciales en distintos estados del país.
Es importante tener en cuenta que en México solo 88 millones de personas cuentan con acceso a internet y que no todos hacen uso del crédito. Por esta razón el consumo personal, el autoservicio, el servicio departamental y el consumo discrecional se complementaron en este periodo a pesar de las restricciones ya mencionadas. Aún así, a diferencia de lo que esperaba la Profeco, las pequeñas y medianas empresas solo incrementaron sus ventas 15%, siendo este dato menor al esperado.
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Se espera que para fin de año, con un posible repunte del COVID-19, las compras sean más cautelosas aunque no iguales que al inicio de la pandemia. Monex considera que estos serán los principales retos durante estos meses:
- Enfoque de cautela en el consumidor debido al desempleo y la disminución en el poder adquisitivo.
- Aumento en las compras de crédito; que podría implicar aumento en la cartera vencida.
- Mayor gestión de envíos, que fue el principal reto en las empresas debido a los gastos de logística.
Todo esto implica que las empresas que tienen mayor exposición al comercio en línea se beneficiarán de las ventas de fin de año, llegando incluso a aumentar 5 veces en comparación con el 2019, pero, los comercios pequeños no correrán con la misma suerte. Aunque, igual que con el Buen Fin, los pronósticos pueden cambiar, dependiendo sobre todo de la situación sanitaria del país.