El mundo según las mentes creativas: Roberto Rosano
Redacción
Intrigado por la complejidad del mundo contemporáneo, Roberto Rosano comparte cómo comenzó su trayectoria en el arte, por medio de sus conocimientos en filosofía y su carrera de ingeniero en biotecnología.
Con solo nueve años de edad, descubrió su pasión por la plástica. Cuando era estudiante, su forma de poner atención en clases era a través del dibujo.
Su reconocimiento como artista inició en el 2017, cuando expuso sus obras en el Centro de las Artes de Querétaro. Desde ese momento, la gente comenzó a apreciar más su arte, hasta el punto en que se convirtió en director de la Galería Municipal Rosario Sánchez de Lozada.
“Yo no tenía ninguna trayectoria y hablé con la directora del Centro de las Artes. Presenté mi propuesta y me dio la oportunidad; en parte que las personas vayan creyendo en tu trabajo es lo que construye un artista”, afirma.
Señala que su labor artística es muy diferente a lo que se suele ver en Querétaro, debido a que su obra está relacionada con la representación simbólica de cuestiones científicas y de asuntos sobre el mundo contemporáneo.
“Yo lo que quería era llegar a hacer algo único, algo que fuera realmente mío y que tuviera algo que decir: en este caso, la complejidad del mundo contemporáneo”, indica.
Dentro de sus logros como pintor, Rosano expresa que tuvo la oportunidad de exponer en Polanco; puesto que en la Ciudad de México existe un desarrollo artístico más amplio, señala que fue un reto haber expuesto en ese lugar.
Las obras que produce Roberto no son masivas, sino que elabora una pequeña cantidad de cuadros pero de alta calidad, con el objetivo de ofrecer a su público arte coleccionable y comprensible.
“No estoy produciendo cinco cuadros al mes, no es mi búsqueda. Mi intención es que lo que se produzca sea de alta calidad. También por eso me he esforzado en que mi propuesta visual sea comprendida desde otros ámbitos, que haya una indagación de la complejidad del mundo desde otras perspectivas”, concluye Roberto Rosano.
