Decidió desde pequeño que dedicaría su vida a la medicina; pues su padre le mostró un camino provechoso en la ginecología. Realizó sus estudios de licenciatura en la Universidad Autónoma de Zacatecas y, contra todo pronóstico, sintió mayor interés por la cirugía general que por la especialidad de su padre. Durante el internado cambió de opinión, de modo que fue al Hospital Universitario de Saltillo Coahuila para adquirir conocimientos en ginecología.
Al poco tiempo realizó una alta especialidad en Guadalajara, llegando a uno de los puntos más importantes de su formación académica. Respecto a su experiencia laboral, en el sector privado sólo ha ejercido en el Hospital San Agustín, mientras que en el sector público se ha desarrollado en más lugares:
“He estado en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en Hospital de Zona de Zacatecas; laboré en el Hospital General de Loreto y en el Hospital General de Pabellón de Arteaga, Aguascalientes. En este momento estoy en el Hospital de la Mujer Zacatecana y he sido docente en la carrera de Medicina en la Universidad Autónoma de Durango”.
Tras haber concluido su formación profesional, el Dr. Sergio Covarrubias ha enriquecido su currículum con diplomados y altas especialidades, entre las que destacan las destinadas a áreas como: Cirugía de Mínima Invasión Ginecológica; Patología Genital Femenina y Colposcopia; así como Ultrasonido Ginecológico y Obstétrico.
Convicciones propias
Entre sus proyectos se encuentran posicionarse como un referente regional en atención a embarazadas y nacimientos en la modalidad respetada (humanizada). Al lado de la Dra. Daniela Medina y el equipo que empata con su visión, el Dr. Sergio Covarrubias planea difundir la importancia de que la atención médica sea de esta manera.
En la actualidad funge como presidente del Colegio de Ginecólogos y Obstetras del estado de Zacatecas y está certificado por la Federación Mexicana de Colegios de Ginecología y Obstetricia. Asimismo, tiene una certificación internacional para nacimiento humanizado y nacimiento respetado en agua.
La pasión por la medicina lo ha llevado a marcar sus diferenciadores; prueba de ello es que da el mayor tiempo posible a sus pacientes; ofreciendo un trato basado en la empatía y el respeto. Indica que sus mayores satisfacciones profesionales y personales giran en torno a que las personas (alumnos, colegas y allegados) han transformado su perspectiva de los nacimientos, por una más humana.
Distinguir los conocimientos en el otro
Para la doctora Daniela, parte de su ejercicio médico complementa las labores de su esposo, el Dr. Sergio Covarrubias. Juntos han generado sus propios puntos de vista, lo que permite una forma de trabajar diferente, pero igualmente efectiva. Tienen certificaciones juntos en temas relacionados a partos humanizados, partos respetados, reanimación neonatal, entre otros.
«Estamos en el mismo canal; tenemos los mismos conocimientos y bases profesionales. Es muy divertido trabajar juntos, preocuparnos por la salud de nuestros pacientes, tanto de la madre, como del bebé”, exclamó.
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El doctor Sergio, considera que se complementan y el apoyo es mutuo, porque ambos aportan conocimientos individuales a la visión conjunta. En este sentido, cabe destacar que apoyarse dentro y fuera del hospital les ha sumado puntos de experiencia, haciéndolos una dupla exitosa.
“Somos el match perfecto, porque yo atiendo a las embarazadas y ella a los recién nacidos. Las ventajas que nos da el nacimiento respetado es precisamente favorecer todos los estímulos naturales de la mujer y uno de esos es la lactancia materna”, concluyó.