En las últimas décadas, el mundo de las bodas se ha transformado en mucho más que un simple “sí, acepto” de dos enamorados ante el altar. Ahora, es toda una industria de romance que genera derrama económica de impacto y es la fuente de ingresos para cientos de personas en el país.
Pero esto no se dio de la noche a la mañana, sino que ha surgido de la innovación transformadora de wedding planners que, más allá de organizar bodas, diseñan proyectos que integran un sinfín de servicios.
Una de las pioneras en el Bajío es Diana Sandoval, top wedding planner de Latinoamérica que ha transformado la industria con sus ideas e innovaciones. Se ha abocado a generar servicios nuevos alrededor de la industria que, como señala, primero son innovaciones que se convierten en lujos, luego lujos que se convierten en tendencias y, tarde o temprano, tendencias que se vuelven necesidades.
Licenciada en Ciencias de la Comunicación, desde sus épocas universitarias descubrió su vocación para las relaciones públicas y la producción de eventos: una de sus materias exigía la organización de festivales, pasarelas, entre otros, donde notó su competencia, su capacidad de liderazgo y su pasión por situarse en medio de la toma de múltiples decisiones.
“Me salían tan bien los eventos que tenía que organizar en la universidad, que amigos me empezaron a contratar para hacer activaciones de marca, openings de restaurantes, eventos de relaciones públicas, etc. Además de que me comenzó a salir bastante bien, me encantó”, agrega.
Al culminar sus estudios, Sandoval se desempeñó laboralmente en el área de publicidad y relaciones públicas, hasta la fundación de su empresa en 2006 cuando emprendió como wedding planner. Gracias a su visión, se hizo trendsetter dentro y fuera de su industria, marcando hito en el país debido a la espectacularidad de sus eventos.
El crecimiento de su empresa la llevó a realizar diferentes profesionalizaciones académicas. Se ha especializado en Logística, Producción y Diseño de Bodas, es instructora certificada por el Enfoque de Competencias ante la SEP, así como especialista en Programación Neurolingüística y Wedding Planner certificada a nivel internacional por el INIBEP; además, cuenta con diplomados y especializaciones en relaciones e imagen pública.
Como resultado de su preparación, enfoque y determinación, Diana ha generado en los últimos 16 años de carrera profesional más de mil eventos y bodas de ensueño; algunas de estas producciones han formado parte del libro 100 bodas por todo México, un recorrido fotográfico de los mejores montajes de eventos nacionales.
En 2016 recibió el reconocimiento NXU BËHÑA como mujer destacada en Querétaro, en 2019 fue acreedora de un reconocimiento por parte del gobierno estatal por su destacada labor turística, gracias a su fuerte impacto en la industria del turismo de romance.
Una pasión compartida
En sus inicios, Diana tuvo que picar piedra para abrirle camino no sólo a su empresa sino a la figura del wedding planner en el estado. Por lo anterior, la empresaria decidió compartir sus conocimientos con colegas que buscan emprender y crecer, para que sus caminos no sean tan difíciles como el suyo.
Comenzó a impartir clases en prestigiosas universidades y, posteriormente, lanzó su línea educativa Inside Out, donde comparte su expertise a través de talleres presenciales, webinars, diversos cursos y conferencias (que ya han viajado por Latinoamérica).
“Uno de mis propósitos a la hora de enseñar es el de trascender lo que yo he podido aprender en estos 16 años y que a otra persona le sirva para su crecimiento personal. De los propósitos que tengo, uno de ellos es sacar a la gente de la zona de confort. Eso me apasiona”, recalca.
Ante el cuestionamiento sobre cómo surge su vocación educativa, Diana responde que nace de la necesidad de trascender por medio de la inspiración —instinto que proviene de una pérdida familiar—.
“Tengo una hermana que falleció cuando yo era muy joven y me dejó en la cabeza que tengo que dejar huella, que en este mundo se debe tener un propósito. Yo estudié Comunicación y mi sueño frustrado siempre fue estar en un escenario o producción de Broadway y, de alguna manera, yo hago ese trabajo.
Por un lado, al dar conferencias en otros países y México, donde van personas a verme, para mí es una satisfacción enorme porque cumplo ese sueño en el escenario, compartiendo; por el otro lado, al hacer producciones grandísimas que yo jamás esperé”, refiere.
Para alcanzar aún mayores audiencias, creó su propio blog de bodas, Bride and Wine. En él, propone e ilustra las tendencias en la industria del romance, comparte información educativa de valor y forma parte del día más especial de cientos de parejas en todo el mundo.
Asimismo, la queretana suma otro canal de comunicación por medio del cual comparte su talento, puesto que actualmente es la voz institucional de la emisora de radio Mia 93.3 FM.
Efecto DS = Efecto wow
Los eventos que organiza Diana han sido reconocidos a nivel nacional e internacional, entre otras razones, por su efecto wow, siendo este resultado una de las principales pasiones de su trabajo.
“La producción, la transformación de espacios, el diseño del evento, el ver un lugar que no tenía nada y dejarlo “wow”, eso es lo que a mí me apasiona. Todos esos días de montaje y de adrenalina, si algo quedó o no quedó, quítalo, ponlo… Esas cosas me encantan”, destaca.
La pasión de Diana se ha convertido en un gran diferenciador en el mercado, a lo que suma su perseverancia y paciencia a la hora de realizar cada proyecto. Señala que si no fuera por estos atributos hoy no tendría una empresa exitosa, debido a que ese trabajo demanda mucho tiempo —lo que llega a repercutir en la vida personal y familiar—.
La empresaria apunta que se necesita enfocar mucha energía en los clientes, puesto que en esta labor emocional uno se debe poner en los zapatos del otro para entender lo que quiere y así brindar el mejor servicio.
La empatía, en conjunto con sus conocimientos académicos, marcan pauta en lo que hace, siendo esta una gran ventaja al momento de comprender los deseos del otro:
“El ojo clínico de ver cosas donde nadie más las ve, eso me caracteriza. El clic que hago con mis clientes también es un diferenciador, porque realmente me preocupa lo que están pensando, lo que están sintiendo y realmente me clavo muchísimo en el análisis de la personalidad de mis clientes.
Métodos como programación neurolingüística, eneagramas y otros permiten que, desde la primera cita que los escucho, me clave con lo que quieren. Yo los veo dos veces en toda la planeación y con eso consigo más de lo que esperaban”, asegura.
Retos constantes
Hoy en día, Diana realiza aproximadamente 40 bodas al año en el territorio nacional. Explica que la cifra es inferior a años anteriores porque ahora busca organizar sólo bodas retadoras, que le permitan seguir siendo vigente en la industria y que, además, sirvan para demostrarse a sí misma que tiene el talento para transformar espacios.
“Todo el tiempo los clientes me ponen a prueba y hacen más grandes mis metas personales; por eso, cada año me propongo metas más altas. Siempre hago todo para cumplirlas, por eso nadie nos para. Los retos son contra mí misma, de no tirar la toalla, de seguir con pasión y adrenalina, y de ser feliz en lo que hago”, expresa.
Diana se desempeña todos los días como wedding coach, además de ser conferencista internacional, experta en marketing de romance, consejera y asesora de la iniciativa pública y privada, así como docente y transformadora de diferentes espacios.
Sus propósitos siempre la conducen a crear más, a innovar y a transformar su entorno, por lo que se ha convertido en una fuente de impacto y derrama económica en la industria.
Para 2023, tiene en agenda un proyecto innovador con otros top wedding planner a nivel nacional para hacer una serie de gira y masterclass.
“También traigo un proyecto de comenzar con el podcast de temas educativo de Inside Out, así como seguir dando cursos y talleres a nivel nacional e internacional. Quiero comenzar con la línea educativa digital para generar muchos más cursos y llegar a más personas. Además, debo terminar mi libro”, concluye Diana Sandoval.