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Dany Pérez: La filosofía de los 42 kms

Menos del 1% de la población mundial terminará una maratón en su vida y sólo el hecho de pertenecer a ese pequeño porcentaje es una gran meta por la cual vale la pena esforzarse.

Para la queretana Dany Pérez, ser maratonista ha representado todo un reto. Señala que para lograrlo ha debido realizar varios sacrificios y esforzarse para alcanzar la disciplina requerida.  

La maratonista comenzó con este deporte en 2019, luego de que un amigo la invitara a realizar su primera carrera en Monterrey. Desde ese momento, afirma, encontró su verdadera pasión.

Con solo 27 años, Daniela ha corrido cuatro maratones y actualmente está preparándose para realizar el quinto —en la ciudad de Nueva York, en noviembre de este año—. Por ese motivo, Pérez comparte que sus entrenamientos son muy extensos y requieren de mucho tiempo de planificación. 

Algo que nos ha ayudado mucho a organizarnos es estudiar la ruta que vamos a tener.   En Nueva York son muchas subidas, entonces es mucho jugar con la caminadora a inclinaciones para habituarme a los puentes de la ciudad”, afirma. 

Para correr un maratón no sólo se necesita de la preparación física sino también de la emocional, debido a todos los retos que se presentan antes, durante y después de la carrera. Por ese motivo, la corredora señala que junto con su psicóloga lleva un proceso de capacitación para enfrentar dicho desafío tan complejo.

“Mi psicóloga me ayuda en darme esa guía y orientación, así como hacerme ver que estoy dando lo mejor que puedo. Me recalca que eso está bien y es más que suficiente, porque a veces uno como maratonista quiere exigirse más”. comparte la maratonista. 

Dany no solo se dedica a correr, puesto que también funge como reclutadora de personal en la empresa de plásticos Viamar. En ese equilibrio, su trabajo es vital para costear sus competencias y así seguir participando en esto que tanto le apasiona.

Pérez refiere que con el tiempo ha aprendido a organizarse para que ninguna carrera se interponga en su trabajo y así cumplir con sus compromisos (tanto laborales como deportivos). 

“Organizo mis juntas para que no vayan a empalmarse con una carrera. Cuando tengo que hacer maratones fuera de México, tengo que programar para que no se me empalme una junta o una llamada importante”, concluye Dany.

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