La emergencia sanitaria provocada por la COVID-19 y sus ramificaciones, como el tránsito al teletrabajo y la educación a distancia, impulsaron en febrero de 2021 el consumo de bienes de origen importado respecto a lo observado en el mismo periodo del año anterior, al crecer 2.9% en su comparación anual, según arrojan cifras del INEGI.
Este avance se vio motivado por un aumento considerable de 11.1% en el consumo de bienes duraderos como computadoras, laptops electrodomésticos, televisores, mobiliario, por decir algunos ejemplos. Los bienes semiduraderos reflejaron una caída de (-) 9.7% en tanto los bienes no duraderos vieron un crecimiento de 2.0% en su comparación anual.
Por su parte, los gastos en Bienes y Servicios nacionales reflejaron un decremento de (-) 7.6% con relación a febrero de 2020. Este resultado obedece a la contracción en el consumo de bienes (-) 0.5% y de servicios, que mostraron una caída significativa de (-) 14.1%.
Julio Santaella, presidente del INEGI, refirió que el consumo privado en bienes y servicios de origen nacional lleva cuatro meses estancado, ubicándose como el componente más débil en el mercado de consumo interior.
De manera general, el Indicador Mensual del Consumo Privado en el Mercado Interior (IMCPMI) observó un retroceso anual de (-) 6.5%.
No obstante, en su comparación mensual, el IMCPMI registró una disminución menor, de (-) 0.2%. Al interior del indicador, el consumo en bienes y servicios nacionales mostraron un decremento de (-) 0.3%: los bienes reportaron una contracción de (-) 0.2%, mientras los servicios contabilizaron un crecimiento de 0.4%.
Por el contrario, los bienes de origen importado vieron una reducción de (-) 1.8%.