En el sector empresarial, la toma de decisiones informadas y estratégicas es esencial para el éxito a largo plazo. En este sentido, una herramienta crucial que las compañías de cualquier tamaño deben tener en su arsenal es la planeación presupuestal. Pero, para realizar esta práctica, es necesario entender sus fundamentos y aplicarlos de manera adecuada.
Fermín Jiménez, socio de Deloitte, explica que el presupuesto no es simplemente una cifra que se establece de manera arbitraria; más bien, es el resultado de un proceso de planeación financiera que se basa en datos históricos, proyecciones de crecimiento y otros indicadores relevantes.
Puntualiza que esta planificación se realiza especialmente en los meses de septiembre y octubre. Esto permite a las empresas visualizar su futuro próximo y tomar decisiones informadas sobre cómo asignar recursos y capitalizar oportunidades.
“La planeación financiera corre de manera paralela al presupuesto, pero la planeación financiera tiene un horizonte, una visión, que va de corto, mediano o largo plazo[…] Tener una visión financiera clara y estructurada es fundamental para impulsar el crecimiento y el rendimiento de cualquier entidad, ya sea corporativa o pública”, agrega.
Otro aspecto crucial señalado por el experto es la identificación y la consideración de los supuestos. Estos pueden ser tanto internos como externos y son los factores que influyen en los resultados financieros. La inflación es un ejemplo, donde es importante tener en cuenta no sólo el índice oficial, sino también la inflación real de los insumos de la empresa. Esto asegura que los presupuestos sean realistas y ajustados a la situación económica específica de la empresa.
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Fermín Jiménez enfatiza que la planeación financiera es un proceso continuo que requiere una visión amplia y objetivos claramente establecidos. Por ello, la estrategia financiera debe ser un reflejo de la estrategia global de la empresa para lograr un crecimiento sostenible.
En este sentido, apunta que uno de los desafíos más comunes para la planeación presupuestal es la disponibilidad de recursos; estos incluyen aspectos que incluyen conocimientos técnicos como acceso a información relevante. Contar con personal capacitado y herramientas adecuadas es esencial para llevar a cabo una planificación efectiva.
“No podemos pensar o esperar que vamos a lograr nuestros planes estratégicos y nuestros planes financieros si no contamos con los recursos apropiados”, añade el socio de Deloitte.
¿Cómo hacer una planeación presupuestal?
En cuanto a la metodología, Fermín Jiménez sugiere que una combinación de técnicas puede ser la más beneficiosa. Una de las metodologías conocidas es el presupuesto base cero, que implica que cada área defina su presupuesto desde cero. Sin embargo, esta metodología puede ser adaptada y ajustada según las necesidades de la empresa, como una forma de optimizar los resultados financieros.
Aunque existen sistemas de software como los ERPs (Enterprise Resource Planning) que incluyen módulos de presupuestación, el experto hace hincapié en que, si bien estos sistemas pueden ser útiles, es esencial personalizarlos y adaptarlos a la operación de la empresa.
“La herramienta de control presupuestal es la que nos marcará los límites de operación[…] No se trata sólo de implementar la tecnología, sino de asegurarse de que se integre de manera efectiva en la estrategia global de la empresa”, puntualiza.
Destaca que algunos puntos para implementar herramientas presupuestales son:
- Marcar los límites de operación, tanto de ingresos como egresos.
- Medición de alta frecuencia.
- Delegar por metas específicas y temporalidad (con tableros de control o KPI’s suficientes para lograr la meta).
“La medición depende del negocio, del giro de la industria, de muchos factores[…], pero lo que no podemos hacer es esperarnos a ver cómo vamos. No podemos esperar al cierre trimestral o anual para ver cómo vamos. Cuando se cierra el primer mes, debemos saberlo”, añade.
La planeación presupuestal es una herramienta crítica que permite a las empresas tomar decisiones informadas, asignar recursos de manera estratégica y adaptarse a un entorno cambiante. Seguir una metodología adecuada, contar con personal capacitado y recursos suficientes, así como conectar la estrategia financiera con los objetivos globales, son pasos fundamentales para lograr una planificación presupuestal exitosa.