A lo largo de siete años, la Clase S de Mercedes-Benz se ha consolidado por su tecnología y sofisticación, una insignia también de esta marca alemana.
Su enfoque ejecutivo y de alta gama es distinguible en su diseño exterior, su icónica parrilla acompaña a sus detalles ya característicos: bordes suaves y una silueta y proporción que da un toque más deportivo sin perder su exclusividad.
Si su diseño exterior es motivo de admiración, la cabina destaca por la inigualable experiencia y protección que da al usuario. Con una interfaz tecnológica más intuitiva con el conductor es capaz de reconocer huellas dactilares, responde a distintas voces de forma natural y permite personalizar el tono de sus luces interiores para crear un ambiente en concordancia con el estado de ánimo o preferencia del conductor.
La Clase S es también una de las gamas más seguras, pues incluye bolsas de aire en la parte delantera y cabina trasera, cuidando así a un mayor número de pasajeros.
La protección y seguridad se mantienen en armonía con el diseño y distinción, pues las confecciones y adornos de madera y metal acompañan las cinco pantallas táctiles que pueden compartir un mismo contenido o entretener de manera individual.
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La tecnología incluida en esta Clase S permite personalizar el vehículo en el habitáculo del mismo o desde un teléfono celular. A través de la aplicación disponible en Android y IOS, Mercedes Me, es posible añadir hasta siete perfiles de usuario que podrán verificar el estado de tu auto, tener control de apertura y cierre de las puertas, conocer su ubicación, verificar la cantidad de gasolina con la que cuenta el vehículo, encenderlo y apagarlo a distancia, entre otras funciones.
Conducir un clase S es también sinónimo de comodidad, su dirección de eje trasero (de hasta 4.5 grados según las ruedas) permite realizar maniobras y estacionar tu auto de manera más sencilla, incluso la agilidad y sintonía de las ruedas traseras con las delanteras se adaptan para cambios de carril a mayor velocidad y para un manejo más estable.