Comensales disfrutando sus platillos al interior de pequeñas cabañas de cristal en Amsterdam. La NBA financiando el desarrollo de pruebas para la detección de enfermedades. Pequeños robots desfilando por los parques públicos exhortando a la gente a mantener su distancia…
Cualquier persona escucha a comienzos del 2020 los escenarios anteriormente descritos y seguramente le sería imposible imaginar que responden a una problemática en común.
La pandemia por COVID-19 ha condicionado a toda la sociedad a adecuarse a una nueva realidad en aras de minimizar el impacto de una enfermedad que ya alcanzó los más de 30 millones de infectados y se acerca al millón de fallecidos.
Este permanente sentido de urgencia ha detonado que diversas personas, comunidades, instituciones, empresas y organizaciones detonen su capacidad de innovar para adaptarse a una cotidianidad no vista antes.
Casos hay varios: desde restaurantes que deben reinventar sus instalaciones para garantizar las medidas de distanciamiento social sin perder un ápice de elegancia; pasando por campos de refugiados en el Medio Oriente utilizando piezas de juguetes para crear robots sanitizantes para seguir las medidas de higiene; hasta máquinas revisando la conducta de las personas en espacios públicos como si se tratase de un episodio de Black Mirror.
A continuación te presentamos cinco casos ejemplos de innovación que comparten la misma raíz: atacar a la COVID-19 y su transmisión desde distintos frentes, cada uno desde su contexto.
Inteligencia Artificial: herramienta para el diagnóstico
Desarrollado por los investigadores Linda Wang y Alexander Wong de la Universidad de Waterloo y de la empresa DarwinAI en Canadá, COVID-Net es una red neuronal de código abierto con la finalidad de diseñar una herramienta basada en Inteligencia Artificial capaz de detectar la COVID-19 en personas infectadas.
COVID-Net está concebida para detectar signos de la enfermedad vírica en las radiografías de tórax a través de 5,941 imágenes tomadas de 2,839 pacientes con diferentes padecimientos pulmonares, desde infecciones bacterianas, pasando por enfermedades virales no causadas por el nuevo coronavirus hasta la misma COVID-19.
Prueba de Saliva auspiciada por la NBA
Mucho se ha hablado de lo incómodo y tardado que puede ser obtener los resultados de una prueba PCR para saber si alguien está infectado por el nuevo coronavirus. Ahora bien, ¿te imaginas tener que someterte diariamente a una desagradable introducción del hisopo por tus orificios nasales y la garganta para poder acudir a tu trabajo?
Básicamente esto es lo que ha hecho la NBA para poder garantizar la culminación de su temporada: una aplicación ingente de pruebas cada día para prevenir la transmisión de la COVID-19 a todas las personas que se hallan en la burbuja en Orlando, Florida, para el final del torneo: desde jugadores, referees, directivos, etcétera.
Ante un proceso demasiado complejo, la NBA auspició el desarrollo de una prueba llamada SalivaDirect test, llevada a cabo por la Universidad de Yale, la cual consiste en introducir saliva del individuo en cualquier contenedor estéril y mandarse a un laboratorio para su examinación. Se estima que en cuestión de horas (menor a un día) los resultados deben de estar listos.
Los desarrolladores creen poder fabricar hasta 200 mil pruebas diarias en caso de ser necesario.
Micro invernaderos de cristal: una experiencia gastronómica
El restaurante ETEN ubicado en Amsterdam, Holanda, creó unas pequeñas cabañas de vidrio para albergar a entre dos y tres personas para que disfruten de sus platillos favoritos a un costado de uno de los tanteos canales que atraviesan a la «Venecia del Norte».
Los meseros usan caretas transparentes, guantes y entregan los alimentos en largas tablas de madera para evitar el contacto físico con los comensales.
Un perrobot vigilante
Hace poco menos de dos años, la empresa Boston Dynamics asombró al mundo con los avances de su “perro” robot, el famoso “Spot”, el cual era capaz de sortear obstáculos con una inteligencia propia de un humano.
Esta máquina llamó la atención del gobierno de Singapur, uno de los países que mejor ha manejado la pandemia (acumulando 57 mil casos y 27 muertes), hasta el punto de apostar por “Spot” para patrullar espacios públicos como parques o plazas con la misión de recordar a la gente seguir las medidas de prevención contra el coronavirus:
“Mantengamos sano a Singapur. Por tu propia seguridad, y por aquellos que te rodean, por favor mantén por lo menos un metro de distancia. Gracias», repite el robot.
Refugiados crean sanitizador con piezas de LEGO
Los campos de refugiados son uno de los puntos más vulnerables a padecer los estragos de la pandemia por sus altos índices de hacinamiento, el escaso acceso a agua y saneamiento y servicios de salud limitados.
“Un brote de COVID-19 en un campo de refugiados muy probablemente abrumaría la capacidad de atención sanitaria y se propagaría a casi toda la población concentrada ahí”, afirmó Paul Spiegel un investigador de la John Hopkins University.
El campo de refugiados ubicado en Za’atari, Jordania, guardaba esa preocupación, pero a través del ingenio y la inventiva de sus integrantes, idearon un robot sanitizante para la higiene de manos hecho a través de piezas de Lego.
Refugiados sirios que fueron capacitados en robótica en el Jubilee Center for Excellence in Education in Jordan trabajaron en la solución en el Laboratorio de Innovación del campo. “El robot consiste en simples ladrillos Lego, al igual que ‘el cerebro’ y el ‘sensor’. Colocas tu mano enfrente de él y te da sanitizante, así de simple”, comentó para el Foro Económico Mundial uno de los refugiados.