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Checo Pérez: el sueño de un niño y su camino hacia la Fórmula 1

Fotografía: Redbull Content Pool

«Cuando pienso en lo que he logrado y a donde llegue, me doy cuenta que sin embargo sin importar que tan loco este tu sueño, siempre estaré increíblemente orgulloso de ese niño con sueños»

Checo Pérez

Detrás del éxito actual de «Checo» Pérez, existe una historia de sacrificio y trabajo duro, de tal forma que el sueño de un niño corredor de karting se transformó en la realidad de uno de los mejores pilotos de la Fórmula 1 en la actualidad. Esta es su historia.

Nacido en Guadalajara un 26 de enero de 1990, Sergio Michel Pérez Mendoza tuvo su primer contacto con el automovilismo en el seno familiar, donde con su padre viajaba a diferentes partes de la república para competir en diferentes carreras. Así lo recordó el piloto mexicano en entrevista para Red Bull Racing.

A los 6 años, participó en su primera temporada en karting, donde obtuvo cuatro victorias y quedó segundo en su categoría. En 1998, fue coronado como el campeón más joven de Junior Ranks; por lo que luego de conversar con su hermano mayor -piloto de Fórmula 4 en Gran Bretaña por entonces-, decidió mudarse a Europa en 2005 para perseguir su sueño y competir en un nivel más alto.

«Mi hermano mayor corría Fórmula 4 en el Reino Unido, vi el nivel de competencia que había en Europa, sabía que si quería llegar a la Fórmula 1, tenía que ir a Europa, obviamente el primer paso era conseguir dinero», afirmó.

Su patrocinador era Carlos Slim; sin embargo, el empresario no estaba de acuerdo con que Checho fuera Europa ya que pensaba que el tapatío era muy joven. Por ello, Pérez decidió buscar otra manera de integrarse a la Fórmula BMW, contactó al equipo mediante correos electrónicos a fin de que lo aceptaran a «un muy buen conductor mexicano», según escribía.

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Recibió una propuesta de cada equipo y casi todas superaban su presupuesto, pero luego encontró una que era muy atractiva y accesible. Inmediatamente contactó y seguido de una plática, Checo subió en un avión sin vuelo de regreso, sin saber qué seguiría en su vida o que tendría que vivir en un hotel por los siguientes dos meses, todo con el objetivo de poder correr en Europa.

Lejos de ser un experiencia confortable, el joven Checo asumió una nueva vida en solitario superando diversa barreras como el idioma. Así recuerda cómo fue cuando se mudó a Alemania:

«Llegué al aeropuerto de Munich, el primer hotel en que estuve estaba en plena autopista, repleto de camiones, dormían unas pocas horas y seguían de viaje y pensé: ‘Wow, esto no es Fórmula 1, está muy lejos de serlo'».

Checo y Antonio Pérez con los Slim

En su primera carrera, participó de un equipo pequeño. Tenía un solo un coche, las carreras no iban muy bien y reconoció que le faltaba un guía pensó en darse por vencido, pero por otro lado se decía: «no me puedo rendir«.

«Luego de una llamada con Carlos Slim, supe que si me iba bien en la temporada, tendría una segunda oportunidad con un mejor equipo, en otra ciudad de Europa y pensé ‘quizas vale la pena darlo todo’. Todo cambió: me dieron un equipo fantástico, y con «Red Bull» empezamos a tener grandes resultados, me di cuenta no podía parar hasta convertirme en campeón mundial«, comentó Checo Pérez.

Pérez es el quinto mexicano en competir en la Fórmula 1, y el primero desde que Héctor Rebaque compitió entre 1977 y 1981. Se convirtió en la figura líder del automovilismo mexicano tras alcanzar la máxima categoría del automovilismo mundial.

De los 13 podios que ha ganado 2 han sido primeros lugares:

Sergio Pérez es el ejemplo de una férrea esperanza por cumplir los sueños que uno tiene desde niño. Estas son tres lecciones que podemos rescatar de su incontestable e inolvidable victoria en la Fórmula 1.

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