Salir de provincia para encontrar el éxito en una gran ciudad representa, para muchos, recorrer un camino de arena que implica soltar las raíces de lo que alguna vez fue su hogar.
Sin embargo, para Carlos Alberto Pérez Ibarra, el “Capi”, su complicado recorrido para lograr el éxito en la comedia y la conducción no ha sido pretexto para dejar de presumir su origen hidrocálido.
De tal forma, eligió al estado que lo vio nacer como escenario de su primer especial de comedia para una plataforma de streaming, uno de los proyectos más importantes de su carrera. Para esto, se rodeó de la energía del “meritito Aguascalientes” en plena Feria Nacional de San Marcos.
“Es difícil que alguno de mis compañeros comediantes comprenda por qué el cariño que le tengo a mi tierra es enorme. Esto me compromete a dar más de lo normal en el escenario”.
Pese a que su autenticidad pudiera resultar incómoda para algunos, su personalidad ha sido la clave para posicionarse como uno de los comediantes más aplaudidos por la audiencia mexicana —lo cual se ha traducido en una recepción positiva de diferentes patrocinadores—:
“Entre más claro y honesto seas con lo que eres, las marcas le entran con menos dudas a tu perfil […] Creo que la clave para ‘venderme’ ha sido primero conocerme y no intentar ser alguien más que yo mismo”.
Más comediante que conductor o más conductor que comediante, pareciera ser el dilema para quienes ven su talento en ambas disciplinas. Sin embargo, para él su pasión es clara: la comedia, algo que desarrolló desde pequeño.
“Para mí es una herramienta que se utiliza todos los días para lidiar con cualquier situación, ya sea un problema, un reto, o cualquier otra situación tensa”, reflexiona.
Esa visión pareciera estar inspirada en lo que Carlos Monsiváis describe en Los rituales del caos: “La diversión genuina (ironía, humor, relajo) es la demostración más tangible de que, pese a todo, algunos de los rituales del caos pueden ser también una fuerza liberadora”.
Por algo la risa lo ha llevado a ser un fenómeno de internet, radio y televisión. Pero este éxito, ¿lo ha deslumbrado?
Si bien sus redes lo muestran cual bon vivant, su carácter refleja las fuertes raíces familiares que le impiden perder el piso, que le recuerdan de dónde viene y por qué está donde está:
“A mis padres lo único que les importa es que yo esté bien. Cuando me acuerdo de eso, trabajo más confiado. Si la ‘cago’ profesionalmente no importa, mi mamá y mi papá van a estar ahí siempre para cuidar que yo esté bien”.
Así es como se entreteje un personaje como Capi Pérez: un hombre sencillo y concentrado en el presente, pero con sueños bien definidos, listo para fluir y dar todo en cualquier lugar donde lo ponga la vida.