Una de las rutas comerciales más importantes de México durante la época del virreinato es, sin duda, Camino Real de Tierra Adentro. Se trata de una ruta que, más allá de conectar a la entonces Nueva España con lo que hoy es Estados Unidos, tuvo un importante impacto cultural que perdura hasta hoy en día.
Zacatecas se caracteriza, en la actualidad, por tener una ubicación geográfica favorable que conecta la Región del Bajío con el Norte y, por lo tanto, con las fronteras. Aunque en la actualidad no se le dé la relevancia o un uso apropiado a este importante factor, el estado fue pieza clave dentro del Camino Real de Tierra Adentro, tanto en aspectos económicos, como sociales.
La «Ruta de la Plata» es el nombre que se le dio al camino que atravesaba por territorio zacatecano. Por esta ruta se transportaban las recuas de mula que cargaban con la plata que le correspondía al Rey de España. Se trata del primer antecedente de lo que más tarde fue el Camino Real.

La plata de Zacatecas: pilar de la economía
El descubrimiento de las minas de la región así como de otros materiales fue el detonante y el principal factor para su creación, ya que se motivó a una exploración más grande. De esta manera, el camino se extendió hacia el norte del país, donde más tarde se encontraron minas de oro y plata en Chihuahua y Durango.
Por su parte, la plata de Zacatecas, en forma de moneda, fungió como medio de intercambio mundial por alrededor de tres siglos. La extracción de plata, sobre todo en la entidad, es descrita como la base de la economía virreinal precapitalista. A partir de las extracciones hechas en la entidad , se pudieron financiar las expansiones al norte.

El centro de regulación
Durante la creación del camino, hubo diversos conflictos entre conquistadores y pueblos indígenas que defendían el territorio. Dado que los cañones de Jalisco y Zacatecas favorecían a los indígenas, los españoles buscaron nuevas estrategias para pacificar la región.
A partir de la introducción de agricultores indígenas, se logró la pacificación, lo cual trajo consigo migración de pueblos indígenas del sur hacia tierras del norte. En este sentido, la agricultura, la ganadería y la minería fueron actividades clave para la colonización. Zacatecas fue el centro para normar las relaciones entre españoles e indígenas.
Congregando a misioneros, comerciantes, mineros, indígenas del sur, pastores y ganaderos, la ruta fue dotando de identidad a la región. Además, esto favoreció enormemente al intercambio comercial, lo que soldó las bases del establecimiento del capitalismo moderno.
Asimismo, teniendo en cuenta que la organización y el poder no solo le pertenecía al Estado, la iglesia, como recaudadora para la Corona Española, decidió ubicar la Inquisición en Zacatecas. Esto debido a que se podían obtener cuantiosas ganancias.
El legado de Camino Real Tierra Adentro
Ante la diversidad de prácticas que se propiciaron dentro del Camino Real de Tierra Adentro, se construyeron acequias, para abastecer de agua a la región, así como plazas para resguardar a la población.
La evangelización, por su parte, dejó toda una herencia artística y cultural. Asimismo, el encuentro entre dos culturas, sumado a diversas prácticas económicas y comerciales, trajeron consigo una mezcla de tradiciones que han perdurado hasta nuestros días.
Tras la independencia de México, el Camino Real de Tierra Adentro desapareció. Las nuevas disposiciones del territorio mexicano también fueron factor para el desuso de la ruta. En 1960 se construyó la carretera Ciudad de México-El Paso, la cual seguía la misma ruta. Por otro lado, las comunidades migrantes de América Latina siguen utilizando este camino para llegar hasta Estados Unidos.
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