Como industria naciente en Latinoamérica, la tecnología financiera o FinTech se está encargando de facilitar las actividades financieras de individuos y empresas. Actualmente, se vive una explosión de servicios de este tipo en Latinoamérica. Nuevos usuarios están aprovechando estas tecnologías, estimulados por las herramientas bancarias en línea (y la creciente demanda de la población).
Desde 2016, se han invertido más de siete billones de dólares en esta clase de compañías, y cada año se experimenta un nuevo récord. Ya hacia junio del 2021, las inversiones de este tipo se acercan al total del año pasado -por lo que se prevé un nuevo récord en un futuro próximo-.
La versatilidad de estas herramientas permite mucho más que simplemente inversiones. Con ellas podemos administrar diferentes divisas, e incluso pagar por el entretenimiento en línea (que hoy en día es una industria cada vez más sólida). En este sentido, dos países que llevan la delantera son México y Brasil.
Brasil, el mayor ecosistema de tecnología financiera en América Latina
Brasil no sólo tiene la mayor extensión de territorio de América del Sur., también es sede de más de 750 compañías de tecnología financiera, de acuerdo con los reportes de la novena edición de las encuestas Radar Fintechlab.
Nubank y C6 Bank son dos de las mayores entidades, al servir a casi 50 millones de usuarios -y con un valor conjunto de más de 30 millones de dólares-.
¿Qué es lo que ha contribuido al crecimiento en este país? Los sistemas de pago instantáneo, la creación de normativas claras y la promoción de desarrollos de infraestructura en este tipo de empresa.
Se espera que tales estímulos sigan desarrollándose aún más este año y los siguientes. Por ello, los inversores confían sin temor en el alza de estos mercados -lo cual contribuye aún más a su progreso-.
México, un caso de éxito en tecnologías financieras en respuesta a cambios regulatorios
En Latinoamérica, México es el segundo ecosistema más grande en lo que se refiere a tecnologías financieras, así como sede de más de 440 empresas de este tipo. Uno de los principales estímulos han sido los cambios regulatorios relacionados con esta modalidad.
En su reciente artículo al respecto, René Arce Lozano y Dinorah Cantu explican a detalle cómo México se convirtió en pionero latinoamericano el año 2018, al introducir las primeras jurisdicciones en materia de tecnología financiera.
Esto dio paso a elaborar el primer marco legal que permitiría contemplar al comercio electrónico, los servicios bancarios (e incluso las criptomonedas) como plataformas seguras de comercio e inversión.
Según la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, 93 de estas compañías ya han obtenido su licencia para brindar sus servicios. Así, aseguran la transparencia de sus operaciones y ofrecen más seguridad a sus usuarios.
Al igual que Brasil, México ha cubierto con este medio alternativo a porciones de la población desatendidas por la industria bancaria y financiera tradicional. Así, empresas como Bitso en el campo de las criptomonedas y Clip en el campo de los pagos digitales continúan creciendo, con una alta popularidad.
Se espera un alza incluso mayor en la industria mexicana en nuestros tiempos, en los que cada vez requerimos más de alternativas digitales para nuestras actividades diarias. Esto es cierto en Brasil, en México, y en el resto de Latinoamérica.
Por lo anterior, se espera que muchos otros países sigan el ejemplo de estos pioneros en la búsqueda de alternativas financieras para los sectores desatendidos de su población.