Por: César Jiménez Gaytán
Un tema que está muy relacionado con el artículo de los Préstamos de Accionistas publicado la semana pasada es el de las Aportaciones para Futuros Aumentos de Capital.
La principal diferencia entre un préstamo y una aportación de este tipo es que esta debe estar acordada por la Asamblea de Accionistas. Por lo tanto, no es susceptible de reembolso antes de su capitalización. Una vez que se cumpla con esta formalidad, las Normas de Información Financiera establecen que dichas aportaciones deben reconocerse en los Estados Financieros en un rubro por separado dentro del Capital Contribuido.
Si la aportación no deriva de un acuerdo de la Asamblea de Accionistas, entonces en el fondo se trataría de un simple financiamiento. Por esto, se tendrían que cubrir con las formalidades de un préstamo y reconocerse dentro del Pasivo de la empresa.
Las empresas deben analizar muy bien si es realmente conveniente manejar las aportaciones para futuros aumentos de capital o si es mejor incrementar directamente el capital (o manejarlo como un préstamo desde un principio). El tema fiscal puede ser determinante para esta decisión, ya que existe un tratamiento diferente para cada una de estas figuras, que bien vale la pena cuantificar.
Contador Público con maestría en Finanzas, cuenta con más de 28 años de experiencia en los rubros financiero, contable y fiscal. Se desempeñó cinco años en Deloitte en el área de impuestos y 23 años en una empresa americana en el área financiera.
449 804 3265