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¿Adiós al Acuerdo de París? México aplaza meta para generar energías renovables 

De acuerdo a la actualización del Programa de Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional (Prodesen) 2022-2036, México deberá generar el 35% de su electricidad a partir de energías renovables para 2031 y no en 2024 como se comprometió al firmar el Acuerdo de París. 

El principal objetivo del tratado internacional es que los países reduzcan las emisiones de efecto invernadero a fin de adaptarse al cambio climático, mismo que constituye una emergencia mundial. 

Para el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), son siete años después de lo originalmente previsto y sin plantear una ruta crítica creíble para alcanzar este objetivo. 

CFE, el único beneficiado

Este retraso no obedece a razones económicas y/o técnicas, sino a la decisión de que Comisión Federal de Electricidad (CFE) sea la única responsable de expandir la capacidad de generación renovable, precisó el IMCO.

Del mismo modo, este aplazamiento cierra la puerta a los productores privados para emprender nuevos proyectos en el sector. Además, contraviene el marco jurídico y regulatorio vigente establecido en tratados como el Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC) y en la Ley de la Industria Eléctrica, abundó el organismo. 

El documento de la Secretaría de Energía (SENER) y revisado por el IMCO también contempla únicamente nuevas adiciones de capacidad de generación de la CFE; sin embargo, la empresa no cuenta con proyectos concretos de generación renovable en su cartera de proyectos para expandir la capacidad instalada.

Por si fuera poco, la empresa estatal no tiene planes para el tendido de energías renovables en México (poco más de un gigavatio en nueva capacidad entre 2022 y 2025).

En contraste, la apuesta principal para aumentar la capacidad de generación en el país recae en las centrales de ciclo combinado (gas natural y vapor).

Para el IMCO,  este plan de expansión carece de una estrategia para garantizar el suministro del gas natural, un insumo fundamental para la operación de estas centrales, a partir de ampliar una red de gasoductos o inversiones en almacenamiento.

En los hechos, Prodesen 2022-2036 reduce la expansión de capacidad instalada -renovable y no renovable- a un solo actor: la CFE”, subrayó. 

Plan energético va en sentido contrario

En lugar de mirar hacia el futuro, apuntó el IMCO, el Prodesen está anclado en un pasado de combustibles fósiles. Igualmente, no es congruente con la tendencia mundial hacia la descarbonización de las matrices energéticas.

Tampoco se acopla a los compromisos que México ha suscrito en materia de mitigación del cambio climático ni con la ley. Por lo tanto, el organismo concluyó que la planeación del gobierno en la industria eléctrica no aspira a un entorno más sustentable o un país más competitivo, sino beneficiar a la CFE.

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