La capital de Guanajuato es una ciudad cargada de historia, al ser uno de los lugares donde se gestó la Independencia de nuestro país. Adentrarse en ella es descubrir nuestras raíces como mexicanos mientras vivimos experiencias únicas.
El nombre de la ciudad viene de Quanaxhuato, que en purépecha significa “lugar montuoso de ranas” o “lugar de muchos cerros”. Su fundación tuvo lugar durante el siglo XVI y se debe a los reales de minas que con el paso del tiempo se convirtieron en el centro minero más importante de la Nueva España.
Guanajuato es una máquina del tiempo que te remonta al pasado en un abrir y cerrar de ojos. Te presentamos cinco sitios emblemáticos de la ciudad, los cuales están abiertos para turistas y forman parte del Patrimonio de la Humanidad.
Monumento al Pípila
Desde lo lejano se puede observar este majestuoso monumento a uno de los grandes héroes de la Independencia de México “el Pípila”, quien realizó su acto heroico en septiembre de 1810 al incendiar la Alhóndiga de Granaditas, lo que le dio la victoria a los insurgentes.
El monumento fue inaugurado en el mes patrio de 1939, hoy en día es uno de los principales destinos turísticos de la entidad. Fue obra del escultor Juan Fernando Olaguibel, quien eligió realizarlo con cantera sobre basamento.
La enorme figura, colocada en una de las partes más altas y céntricas de la capital de Guanajuato, está construida en posición de avance, para hacer alusión a que la lucha jamás terminará, ya que “aún faltan Alhóndigas por incendiar”. Llegar a este monumento le da la oportunidad a los turistas de presenciar la mejor vista de Guanajuato.
Museo de las Momias
Las momias que forman parte de este icónico museo de Guanajuato, fueron encontradas en la ciudad ya que se formaron durante un proceso natural derivado de lo seca que es la tierra en esta parte de México y por la presencia de los minerales.
La mayoría de las momias provienen de la epidemia de cólera que padeció la ciudad en 1833. Años más tarde y debido al hacinamiento del cementerio, el gobierno local decidió cobrar un derecho de perpetuidad que pocos pagaron para conservar el cuerpo de sus familiares en el lugar que ocupaban.
Durante el mes de noviembre el museo se vuelve uno de los principales sitios turísticos del estado, debido a las escenificaciones que se llevan a cabo en el panteón de Santa Paula.
Alhóndiga de las Granaditas
El Museo Regional de la Alhóndiga de Granaditas se ubica en un monumento histórico, cuya construcción se inició en 1797 y concluyó en 1809. Se trata de una imponente obra de arquitectura neoclásica, con un diseño sencillo, pero de técnica impecable. Por su monumentalidad, refleja la bonanza guanajuatense de finales del siglo XVIII.
La Alhóndiga es un símbolo de la Independencia de México, por la batalla que se libró allí el 28 de septiembre de 1810 y encarna, con la figura de Hidalgo y otros héroes, la soberanía y libertad de la nación mexicana.
Callejón del beso
Este sitio turístico es parte de una de las mayores leyendas de Guanajuato y destino de miles de turistas de todo el mundo. El callejón del beso surge de la época en la que el Bajío mexicano todavía era ocupado por los españoles, en uno de los muchos callejones de Guanajuato vivía una familia acaudalada proveniente del viejo continente.
La hija del matrimonio llamada Ana era una joven muy hermosa, a quien le gustaba asomarse al balcón por las noches para poder observar la luna y las estrellas. Ana se enamoró de un minero y su amor no era aceptado por su padre, por lo que esté la asesinó al descubrirla viendo al joven en su balcón.
Cuenta la leyenda que si tú visitas el callejón del Beso tienes que darle un beso a tu pareja subiendo hasta el tercer escalón de la parte más angosta del callejón para así tener 15 años de prosperidad y amor.
Universidad de Guanajuato
Las Escalinatas y el Auditorio General de la Universidad de Guanajuato constituyen, sin lugar a dudas, el máximo símbolo de identidad de la comunidad universitaria, así como uno de los mayores atractivos de la ciudad de Guanajuato.
El Edificio Central integró al inmueble que ocupaba el Colegio del Estado y que se fundó sobre la antigua casa de la benefactora Doña Josefa Teresa de Busto y Moya, y que ya previamente se había expandido al patio del antiguo oratorio de la Compañía de Jesús.
Su inigualable arquitectura capta la mirada de los miles de turistas que visitan la entidad a diario. Una antigua leyenda cuenta que quien logre subir las escalinatas sin detenerse, tendrá éxito en todos sus proyectos personales.