Los gobernadores de Zacatecas y Durango, Alejandro Tello y José Rosas Aispuro respectivamente, se reunieron para acordar una estrategia conjunta para combatir la delincuencia en la zona limítrofe, con el fin de garantizar el bienestar de la población y propiciar una convivencia armónica. En compañía de sus Grupos de Coordinación Local, las Fiscalías Generales de Justicia, la Guardia Nacional, Policías Estatales y del Sistema Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública se establecieron los esquemas de colaboración.
Ambas partes coincidieron en que el objetivo de disminuir la inseguridad no debe politizarse, pues es un asunto que afecta a todos por igual y entre todos se debe buscar una solución a fondo. Las áreas a las que se les debe prestar atención, son las que tienen que ver con “desigualdad social, crisis de valores y educación”, mismas que requieren seguimiento constante y análisis de progreso.
De acuerdo a lo informado por el gobernador de Zacatecas, la zona comprendida entre el estado y Durango es actualmente disputada por cárteles del narcotráfico, pues la ubicación geográfica es propicia para la distribución entre el bajío y el norte del país. Por su parte, Rosas Aispuro, sugirió que al tener esta información, lo más adecuado es prevenir el índice delictivo desde sus inicios, poniendo énfasis en las áreas de oportunidad que aprovecharán los grupos delictivos tras la contingencia sanitaria.
Para finalizar la reunión, ambos gobernadores sugirieron realizar una segunda reunión, en la que además se convoquen a los dirigentes de Nayarit y Coahuila, los otros dos estados afectados por las mismas condiciones. Lo que se pretende es tener “un plan de acción más amplio que mejore las condiciones de seguridad en tales entidades”.