Por Alejandra Rivas
Se dice que la uva es el fruto de la vida, por eso hemos visto en ilustraciones o en películas cómo esta singular fruta sobresale degustada por emperadores y monarcas. Tal vez sea por esto que, cuando se habla de este fruto lo primero en lo que pensamos es en vino, la bebida favorita de los romanos.
Zacatecas busca deslumbrar a propios y extraños con este gran elixir. Su riqueza agrícola es impulsada en gran parte por la uva industrial, alimento del que la entidad aporta más del 40.88% de la producción nacional, con una capacidad de más de 22,925.465 toneladas de uva generadas al año, sobre las 56,073.43 toneladas que se fabrican en todo el país.
Los municipios zacatecanos con mayor vocación en la cosecha de este insumo clave para la producción vitivinícola son Fresnillo, Villa Hidalgo y Noria de Ángeles, ayuntamientos que cuentan con sembradíos de más de 1,618 hectáreas, el principal motor que coloca a Zacatecas como número 1 en la creación de este fruto.
Cabe mencionar que el principal uso de este fruto es la elaboración de vinos, jugos concentrados, licores y mermeladas. Son las características de esta uva las que la hacen única en su tipo al ser esférica, carnosa, jugosa y agruparse en racimos.
De esta pueden hacerse vinos a partir de un solo tipo de uva o mezclar dos o más. Las destinadas a la elaboración de vino de mesa deben presentar una alta acidez y un contenido moderado en azúcares; de este fruto, las empleadas para vinos dulces deben ser ricas en azúcares y algo ácidas; las usadas para preparar jugos y mermeladas tienen sabor intenso, elevada acidez y contenido moderado de azúcares.
Zacatecas cuenta con cuatro casas productoras de vino en el estado, las cuales se encuentran en los municipios de Trancoso, Jerez, Fresnillo y Ojocaliente: Vinos Tierra Adentro, Vinícola Luévano Ruiz, La Casona y Viñedos Alpino. Estas marcas orgullosamente zacatecanas han llevado la fabricación de esta bebida a alcanzar reconocimientos internacionales relevantes para la entidad.