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#YoMeSubo, ¿estrategia de Coca-Cola para desvincularse de la obesidad en México?

El Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a bebidas azucaradas (de un peso por litro) aprobado el 1 de enero de 2014 ha traído consigo importantes reducciones en el consumo de estos productos, así lo ratifican organizaciones como el Colegio de México (Colmex), la Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas (Anprac) y el propio Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).

En un comunicado, el Instituto reporta una reducción promedio del 12% en las compras de bebidas con impuesto en 2014 comparado con la tendencia antes del impuesto.

Cuando Enrique Peña Nieto propuso en 2013 la propuesta de reforma fiscal del impuesto especial a las bebidas azucaradas, como medida para reducir la obesidad, Coca-Cola se pronunció al respecto argumentando que la medida era injustificable. Un año después, el IEPS entró en vigor afectando a refrescos, jugos de fruta, jarabes, esencias y extractos con azúcar añadida.

“La gente consigue calorías de muchos alimentos y fuentes de bebidas, y un impuesto sobre un producto no va a resolver un problema tan complejo como la obesidad”, se podía leer en un comunicado emitido por la empresa.

Ante el irreversible decreto, Coca-Cola introduce #YoMeSubo, una campaña que promueve hábitos de vida saludables a través de 3 principales líneas de acción:

¿Es el IEPS lo más conveniente?

Dos importantes organizaciones analizaron la caída del consumo de este tipo de bebidas, producto de la imposición del IEPS desde una perspectiva monetaria.

A un año de su entrada en vigor, el Colmex indicó que el impuesto no representaba un cambio «significativo» en el consumo de refrescos y bebidas endulzantes.

Por su parte, la Anprac detalló que con esta medida se perdieron en 2014 alrededor de 1,700 empleos, además de que se registraron caídas en las ventas de la industria.

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