“Lo digo 100% convencido, el capital humano es lo que te hace fuerte”, expresa Yaco Reimers, director general de Cesantoni, para quien su empresa es lo que es gracias a su gente.
Tras definirse a sí mismo como una persona “cualquiera, sin nada extraordinario”, menciona que disfruta mucho su trabajo y le preocupa el tema de Zacatecas. Con valores y principios inculcados por sus padres —donde la familia está por encima de todo—, es un apasionado de su labor y un incansable ideador de nuevos proyectos.
Estudió la carrera de Administración de Empresas en Monterrey, ciudad que fuera su hogar por cinco años y donde conoció a su esposa. Ya egresado y con un trabajo estable en un banco, fue invitado por su padre a una feria de cerámica en Bolonia, Italia. En este viaje, surge un proyecto de reingeniería para Cesantoni al que fue alentado a involucrarse; es así como a los 24 años se incorporó a la empresa familiar.
Superando los retos de la sucesión familiar, ha fomentado una saludable sinergia empresarial, gracias a un compañerismo constante con sus hermanos. Además de Yaco, Bernardo, quien estudió Comercio Internacional, está enfocado en la parte comercial de la empresa, y Hermann, ingeniero industrial, está encargado de la parte operativa y de producción. “Somos como una silla de tres patas: nos quitas a cualquiera de los tres y nos caemos”, menciona.
Parte importante de la vida de Yaco y sus hermanos ha sido el acompañamiento de su madre, Gabriela Campos. Además de ser una mujer determinada y creativa, ella les brindó los valores necesarios para destacar en su área —dando prioridad a su sentido humano—.
Tras una experiencia médica fuerte (que afortunadamente se resolvió de manera exitosa), Yaco Reimers menciona que experimentó un periodo de reflexión. En ese lapso, se dio cuenta que no todo en su vida debía girar en torno al ejercicio o al trabajo, sino que lo más importante estaba en sus seres queridos.
En ese sentido, la concepción familiar ha pasado a formar parte de su filosofía empresarial y de su visión de liderazgo:
“Pienso que, al final, tú haces a la gente buena o mala. Todo radica en si estás involucrado, si estás inmerso en lo que haces, si sabes delegar, comprometer a la gente, motivarlos. Al final, los compañeros de trabajo terminan siendo como de tu familia, porque son con las personas que más convives”.
Por otro lado, como parte de su labor altruista, apoya a diversas fundaciones, que abarcan desde la Cruz Roja, AMANC, “Los niños de la calle”, o cualquier otra que invite a Cesantoni a participar: “Es una hipoteca social que se tiene como zacatecanos y como empresarios para tratar de retribuir o contribuir lo más que se pueda en el ámbito social”.