Icono del sitio Líder Empresarial

Y el sueño loco de la Niñonauta se hizo negocio

Ideas millonarias, sueños locos, alma de niño y mucha creatividad son requisitos más importantes para emprender que saber de negocios.

Eso es lo que uno aprende después de hablar unos minutos con Kirén Miret, la creadora Niñonautas, sobre la heladería que está por arrancar y que, promete, será tan fantástica como su trabajo de divulgación científica para niños.

“Y ahora voy a poner la heladería Niñonautas, donde el principio es: con la comida sí se juega. Contrario a lo que nos han dicho toda la vida (…) Me gusta la comida y el helado tiene que tener crema, leche y azúcar. Van a ser helados divertidos con sabores divertidos, con colores divertidos, pero van a ser en el fondo helados sanos”, anuncia.

Como si narrara en la radio la Historia de las Pelotas, Miret comparte el origen de su nuevo negocio:

“Un día tuve un sueño revelador. Soñé que estaba haciendo unos conos de helado muy particulares. Me desperté y, como todas la madrugadas que me despierto digo: qué gran sueño, esto es una idea millonaria, y al otro día me olvido de lo que había soñado, lo apunté: conos de tal. Apagué la luz y seguí durmiendo. Después dije: y si a ese cono le pones un helado de… Prendí la luz, lo escribí. Volví a apagar la luz y a la quinta vez que la prendí con grandes ideas de helados, dije: yo lo que tengo que hacer es poner una heladería.

La escritora y productora, que por congruencia decidió seguir a Carmen Aristegui, Daniel Lizárraga, Rafael Cabrera, Irving Huerta y Sebastián Barragán tras su despido de MVS, no está quieta durante lo que considera unas vacaciones forzadas para los Niñonautas.

Mientras da con “un espacio digno” para volver a hablar a los niños con franqueza y desde la libertad, está por publicar su quinto libro, La Asquerosa Enciclopedia, con editorial Planeta. Casi al mismo tiempo, parece, lanzará sus exóticos helados con un servicio a domicilio en la Ciudad de México. Luego, piensa en un local muy niñonáutico y, ¿por qué no?, franquicias alrededor del mundo.

“Vamos a tener una mecánica particular, ya verán. Por ahora va a estar de manera remota, con servicio a domicilio, en lo que se libera el local que quiero. Y después será un proyecto donde los niños lleguen a un espacio para ellos. Así como los libros de Niñonautas son libros para ellos, será una heladería hecha a la medida, donde encuentren un espacio para comer helado bueno, divertido, y que se la pasen bien”, cuenta, sonriendo.

De visita por Aguascalientes para encontrarse con alumnos, maestros y padres de familia del Colegio Entorno, Kirén Miret evaluó que, al abandonar al público infantil, los empresarios se han perdido de un mercado importante y muy diverso.

Salir de la versión móvil