Proclamada en 2008 como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), Xantolo es la oportunidad ideal para sumergirse en los colores y sabores de San Luis Potosí; aquí te decimos, ¿qué es el Xantolo y dónde se celebra?
El nombre de esta celebración proviene del latín sanctorum —La Fiesta de Todos los Santos—, posteriormente adaptada por los indígenas teenek como Xantolo (xanto: santo; olo: abundante).
Ahora bien, en la Huasteca Potosina, Xantolo se celebra en el reinicio del ciclo anual del maíz, entre el 30 de octubre y 2 de noviembre.
En estas fechas, según los teenek, es cuando “el más allá” se enlaza con el mundo terrenal; además, es el momento propicio para pedir una buena cosecha y agradecer por los favores recibidos.
De esta forma, los pobladores hacen partícipes a todos los visitantes que contemplan majestuosos altares de muertos, mientras les ofrecen platillos, bebidas y postres tradicionales, consumidos en la región y por sus antepasados
Una celebración llena de rituales
Desde su inicio el 31 de octubre, se llevan a cabo rituales de preparación para la llegada de los difuntos. Estos ritos se realizan dentro de los territorios municipales de:
- Xilitla
- Matlapa
- Axtla de Terrazas
- Tamazunchale
- San Martín Chalchicuautla
- San Vicente Tancuayalab
Entre estas ceremonias se cuentan la tradicional Bendición de las Máscaras, la visita a los panteones para colocar los altares y ofrendas —donde los familiares pernoctan durante estos días—, así como el recorrido de caravanas.
En estos, los locales se disfrazan de “huehues”; es decir, de demonios y almas buenas. Así se vive:
El nombre de estos danzantes significa “anciano”. Los huehues se relacionan con la experiencia y la sabiduría, características que los capacitan como guías de las almas en el tránsito al “más allá”.
Con el fin de no entrar en contacto con los difuntos, estas personas de edad avanzada portan máscaras bendecidas para no ser reconocidos.
Los pobladores afirman que esta tradición responde al gran reto que implica venir desde el mundo de los muertos, por lo que suele creerse que las almas pueden perderse y deambular por los caminos (o entrar a una casa equivocada).
Si bien anualmente genera un total de 30 millones de pesos en derrama económica y la asistencia de más de 40 mil visitantes para el estado de San Luis Potosí, lo más importante es la preservación de este tradicional festejo, que ha pasado de generación en generación, y nos permite seguir en contacto con nuestros ancestros.