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Vuelta de página: El ciclista olímpico que se volvió emprendedor

Competir en unos Juegos Olímpicos fue el momento cúspide de la carrera deportiva de Luis Enrique Lemus Dávila, un ciclista hidrocálido de ruta que a sus 26 años puede decir que ha recorrido gran parte del mundo en bicicleta.

Y es que en sus 12 años de trayectoria en el ciclismo ha participado en competencias en Asia, Europa y América; pero sin duda, su viaje más preciado fue el de Río de Janeiro en 2016, donde se convirtió en el primer ciclista y deportista varón que representó a Aguascalientes en unos Juegos Olímpicos:

“Fue la carrera más importante que hice, difícilmente se puede comparar con algo más… Cuanto más pasa el tiempo, más puedo asimilar y darme cuenta de lo que aprendí de esa experiencia”, refiere Lemus.

Según relata, competir en varias partes del mundo abrió su mente en distintas formas. Detalla que representar a marcas como Jelly Belly (ventas superiores a los 190 millones de dólares anuales), Airgas (ventas superiores a los 5,000 millones de dólares anuales) y la Academia de Ciclismo de Israel, le permitió conocer los retos que conlleva “ser una herramienta de marketing”:

“Ser ciclista es un trabajo de mucha responsabilidad, ya que se te paga para que des resultados; pero también para que des a conocer los logos de tus patrocinadores, de modo que ellos vean el retorno de lo que están invirtiendo en ti”, explica.

El año pasado, Luis tomó una de las decisiones más difíciles en su carrera: decir adiós a esa pasión que tantas alegrías le concedió. En septiembre del 2018 compitió por última vez como ciclista profesional; el último día de diciembre guardó su casco y sus botines para abrir paso a un nuevo camino en su vida:

“Llegó un momento en el que dejé de sentir la chispa que me generaba competir, por lo cual comencé a buscar otras cosas que llamaran mi atención y que me llenaran”.

La Nutrición siempre fue una carrera de su gusto y su trayecto como atleta le dio experiencia sobre cómo alimentarse para lograr determinados objetivos; esto fue un aliciente para que iniciara sus estudios profesionales en dicha disciplina:

“Me encanta cocinar y preparar comidas balanceadas, por lo que la nutrición siempre me ha llamado la atención. Decidí estudiar esto como un complemento de ese gusto y como una oportunidad para continuar superándome profesionalmente”.

La transición a una vida sin competir no ha sido nada fácil para Luis. Desde los 19 años comenzó a participar en campeonatos profesionales de ciclismo, lo que se tradujo en siete años de régimen, hábitos y rutinas que ha tenido que dejar atrás.

Pero esto no ha sido pretexto para detener sus planes por seguir haciendo lo que le gusta, ya que sus nuevos proyectos miran hacia la misma dirección, solo que ahora tienen un enfoque distinto: el de emprender.

Luis quiere utilizar su expertise en el ciclismo para apoyar el crecimiento de la comunidad ciclista en Aguascalientes. Su intención es generar espacios, talleres y entrenamientos que fomenten la educación vial, el profesionalismo y la actividad física de los ciclistas.

Señala que con apoyo del sector público y el privado buscará realizar este proyecto para promover la movilidad en bicicleta; un tema en el que, considera, Aguascalientes tiene gran potencial:

“Las condiciones territoriales de Aguascalientes la hacen una entidad muy buena para el uso de bicicleta. Es un estado casi plano, bien conectado y al que, con los problemas que vemos hoy con el automóvil, le puede venir bien el ciclismo”.

El ahora exciclista olímpico se dice apasionado por la cualidad del deporte para generar comunidad y compañerismo. El también fanático de Coelho, Huxley y McDougall, refiere que su nueva responsabilidad va encaminada hacia esa filosofía, la de apoyar más talentos en formación para que no dejen de perseguir sus sueños:

“Hay que seguir adelante. Lo más común en México es que tengamos obstáculos y nos queramos rendir, sobre todo en un deporte tan difícil en el que tienes que buscar oportunidades fuera del país. Lo importante es que si en verdad es lo que les gusta, lo hagan y nunca se queden con el hubiera. Hay que atreverse a soñar”.

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