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La posibilidad de volver a andar en bicicleta en Aguascalientes

En las últimas cuatro décadas, la superficie de la mancha urbana aguascalentense ha crecido dos veces más rápido que su población, aumentando la necesidad de hacer desplazamientos cada vez más largos. De 1976 a la fecha, la distancia del centro de la ciudad a los fraccionamientos periféricos pasó de 1.5 a 8 kilómetros, por lo que los traslados a pie o en bicicleta han sido sustituidos por los automóviles.

En urbes medias, los autobuses son considerados un medio de transporte práctico y eficiente; sin embargo, en el caso de Aguascalientes, los fraccionamientos están tan alejados, dispersos y desatendidos por las compañías de transporte, que los colonos terminan adquiriendo una carcachita para poder desplazarse. Los hidrocálidos cuentan con 700 camiones urbanos, es decir, por cada mil habitantes se tiene medio autobús, la peor tasa en México.

La distancia del centro de la ciudad a los fraccionamientos periféricos pasó de 1.5 a 8 kilómetros, por lo que los traslados a pie o en bicicleta han sido sustituidos por los automóviles.

En contraste, la ciudad registra casi dos vehículos por vivienda, la mayor tasa del país; el número de coches crece arriba de 5 por ciento anualmente, cuatro veces más que la población; y la antigüedad promedio del parque vehicular es de 17 años. Más de la mitad del millón de traslados que se hace diariamente es en auto, lo cual genera una cantidad estratosférica de emisiones contaminantes.

Aguascalientes sueña con transformarse en una urbe sustentable. Para eso, requiere demostrar que sus áreas verdes capturan la misma cantidad de carbono que genera su población con las actividades urbanas domésticas, industriales, agrícolas y de movilización de bienes y personas. Una tarea nada fácil si se tiene en cuenta que su parque vehicular de 450,000 unidades emite un millón de toneladas de carbono, lo cual vuelve a las áreas verdes incapaces de capturar siquiera el diez por ciento de la contaminación.

Los hidrocálidos cuentan con 700 camiones urbanos, es decir, por cada mil habitantes se tiene medio autobús, la peor tasa en México.

Los aguascalentenses necesitan volver a andar en bicicleta. Hace algunos años, su uso predominaba en el paisaje urbano; hoy, se estima que menos de 4 por ciento de los desplazamientos se hace en ella, caso contrario al de ciudades con mayor desarrollo cultural y conciencia ciudadana, donde se ha convertido en el medio de transporte favorito porque promueve la actividad, es divertida y produce cero contaminación. En Amsterdam, por ejemplo, más de la mitad de los traslados se realiza en bici y su gente está orgullosa de ser un pueblo bicicletero.

Para que la bicicleta resulte nuevamente atractiva y confiable en Aguascalientes, se requiere construir una red integral de ciclovías con rutas adecuadas de origen y destino; disponer de carriles seguros por donde los ciclistas puedan recorrer diez kilómetros diarios desde su domicilio en el oriente o nororiente hasta su trabajo o escuela en el centro, sur o norte; y establecer un sistema de alquiler público de bicis que posibilite recorridos unidireccionales.

El parque vehicular de Aguascalientes es de 450,000 unidades y emite un millón de toneladas de carbono.

Las ventajas sociales, económicas y ambientales de este transporte son evidentes: es apta para casi todas las edades, su costo no es elevado, no consume gasolina, no contamina, no hace ruido, ocupa poco espacio y tiempo para estacionarla, y mejora la salud de quienes la utilizan, lo cual contribuiría a disminuir los crecientes problemas de obesidad en México derivados del sedenterismo.

Por eso, en los países desarrollados como Canadá, Alemania, Dinamarca y Holanda, así como en China, se ha considerado a la bicicleta como el principal medio de transporte alternativo y es un factor relevante en la planificación y desarrollo de la infraestructura vial.

Los aguascalentenses necesitan volver a andar en bicicleta.

En varias urbes europeas es notable la preferencia por la bici; pero también es cierto que la gente camina mucho: camina no solo porque las ciudades son compactas, sino también porque sus banquetas y andadores son amplios, accesibles y están bien cuidados. Así de simple.

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