Trancoso está repleto de bondades, pues el suelo fértil y las manos trabajadoras de la gente llevan su espíritu a donde quiera que vayan. Debido a su cercanía con la capital, ha demostrado su potencial para el comercio, a tal grado que es la actividad económica más importante y la que da sustento a la mayor parte de las familias.
El alcalde, Antonio Rocha Romo, sostiene que el municipio tiene un alto potencial agrícola, pues sus productos son valorados incluso más allá del estado. Debido a la calidad de los insumos, la gastronomía trancoseña se ha forjado una identidad fuerte. Prueba de ello son los tradicionales condoches y el pan ranchero, que son tan emblemáticos que ya tienen una feria en su honor.
Aun cuando la calidez prolifera gran parte del año, los días fríos y nubosos son ideales para probar los caldos de res, en los que los vegetales son un elemento importante. Lo que diferencia este platillo de otros es la variedad de salsas molcajeteadas con las que se pueden acompañar.
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Además de tener el cariño de sus habitantes, Trancoso es perfecto para quienes aman las caminatas y se interesan por el turismo religioso. Algunas de las festividades imperdibles en la cabecera municipal y comunidades aledañas son las siguientes:
- Feria Regional de Trancoso, Fiesta de la Virgen de Guadalupe (1 al 15 de febrero)
- Festividad del Señor de la Misericordia (un domingo posterior al de Resurrección)
- Fiesta de la Virgen del Refugio (1 al 4 de julio)
- Fiesta del Señor de la Resurrección (25 de diciembre)
Para quienes prefieren vivir la cultura a través de paseos cortos, se recomienda que visiten el Templo de Nuestra Señora de Guadalupe, atestiguan la belleza del casco de la ex hacienda de Trancoso y se empapen de las leyendas que circulan sobre los túneles construidos durante la Revolución Mexicana.
Rocha Romo asegura que hay cientos de motivos para conocer el municipio, pero cada visitante podrá descubrir secretos únicos que lo animarán a volver.