El sector vitícola es uno de los más importantes en la historia de Aguascalientes. El cultivo de uva, principalmente de mesa, llevó al estado a ocupar los primeros puestos en cuanto a producción durante mucho tiempo.
La bondad de las tierras hidrocálidas para la prosperidad de la vid hizo del fruto de esta planta un símbolo que representaba al estado, incluso llegó a incluirse un racimo de uvas en el escudo de la entidad.
Poco antes de entrar en los años 80, Aguascalientes alcanzó el auge en esta industria, registrando un número de 13,000 hectáreas de viñedos; pero, este empuje perdió fuerza con la crisis de 1982. A partir de ese año, la costumbre vitícola que caracterizaba al territorio se fue perdiendo poco a poco.
Una de las consecuencias del aprieto financiero fue la drástica caída en los precios de compra de uva, lo cual afectó bastante a los productores, al grado de que muchos de ellos ya no pudieron costear las cosechas. A esto, se sumaron factores como la falta de tecnificación y profesionalización, y el tipo de selección de vid que se sembraba, el cual era altamente susceptible a plagas y enfermedades.
Con el deterioro de la industria, solo algunos productores y compañías grandes como Valle Redondo, Hacienda de Letras y La Bordalesa lograron superar las inclemencias del mercado.
Ahora, estos sobrevivientes buscan revivir uno de los emblemas de Aguascalientes apoyados en una generación de jóvenes entusiastas que quieren sumarse a la nueva ola de la vinicultura en México.
“Tiene varios años que se ha empezado a retomar la cultura vitivinícola de una manera más formal. Han aparecido nuevas vinícolas con la misión de tener vinos de calidad que en el pasado no había. Históricamente, Aguascalientes era una región de producción de uva de mesa o para brandy. La nueva vitivinicultura tiene mucho más que ver con una nueva ola a nivel nacional del incremento en el consumo de vino de mesa”, explica Yurisol Romano, presidenta del Consorcio Vitivinícola de Aguascalientes (COVIA) y directora de Vinícola Renacimiento.
El resurgimiento de un sector que se creía marchito
Si bien el vino no es la bebida tradicional de México, sus más de 500 años de historia le han otorgado un lugar en la cultura mexicana. En la última década, la industria vinícola en el país ha tenido un crecimiento y una evolución considerables.
Los datos más recientes de organismos como la Asociación Nacional de Distribuidores de Vinos y Licores, y el Consejo Mexicano Vitivinícola, apuntan no sólo a una mayor producción de uva para vino de mesa mexicano, sino también registran un aumento en el consumo de éste, superando a marcas reconocidas internacionalmente como Concha y Toro, y Constellation Brands.
Durante 2016, fueron producidos 18.9 millones de litros de vino en México. En ese mismo año, el producto nacional representó el 34 por ciento de las ventas por volumen y contribuyó con el 29 por ciento del valor total del mercado, según reporta INEGI.
Según estimaciones del Consejo Mexicano Vitivinícola, la producción de vino mexicano podría aumentar de 30 a 50 por ciento para 2020. Rafael Guillermo Garza García, secretario técnico de dicha organización y director del Sistema Producto Vid Aguascalientes, cree que el interés en la elaboración de vinos de mesa de calidad se ha ido incrementando a paso lento desde 2005.
Actualmente, se cuenta con 31,000 hectáreas de viñedos y 120 bodegas productoras distribuidas por todo el territorio nacional. De éstas, casi el 80 por ciento se localizan en Baja California; el resto se encuentra en Coahuila, Querétaro, Zacatecas, Guanajuato, Chihuahua y Aguascalientes.
De acuerdo con el experto, en el estado hidrocálido hay aproximadamente 1,200 hectáreas de viñedos. La mayor parte de ellas (70 por ciento) están destinadas a la elaboración de jugos y concentrados. Del resto, sólo 150 hectáreas son para producción de vino.
“Quisiéramos que fuera más acelerado el establecimiento de nuevos viñedos para vino; pero no es un asunto fácil. La inversión en infraestructura es alta; la maquinaria es importada y se cotiza en dólares. Yo creo que va a ser una cuestión lenta; pero dada la demanda de producto mexicano, es factible que podamos ver un crecimiento a mediano plazo”, indica Rafael Garza.
El peculiar vino de Aguascalientes
En el mundo existen cientos de variedades de vitis. Esta es una planta que ha sabido adaptarse a muchos tipos de suelo y climas diversos; es por ello que cada viña, aun siendo de la misma especie, tiene cualidades que toma de su lugar de origen y la diferencian de las cultivadas en otros sitios.
No es la primera vez que expertos opinan sobre lo favorables que son las características geográficas y climatológicas de Aguascalientes para el cultivo de la vitis vinífera. Entre los tipos de uva con mayor presencia en el estado están: Cabernet Sauvignon, Sauvignon Blanc, Malbec, Merlot y Nebbiolo.
“La altitud (1,866 metros sobre el nivel del mar) ayuda mucho, junto con las temperaturas en la época de maduración que tienen un diferencial que puede ir de los 15 a 20 grados entre el día y la noche, y que permiten la acumulación de antocianos. El suelo delgado ayuda mucho a que la planta se concentre en su reproducción, en sus racimos y, por ende, haya una fruta de mayor calidad”, explica Rafael Garza.
Iniciativas que buscan impulsar el sector
Desde la visión de los especialistas, Aguascalientes ha sabido aprovechar la creciente popularidad que ha tenido la vitivinicultura en el país promoviendo las marcas locales a través de diversas iniciativas como el Festival de Vinos, Quesos, Artes e Historia de Aguascalientes; Festival Ecuestre de Buena Tierra; Feria del Vino; Interwine; etcétera.
Los productores de la entidad deberán enfocar sus esfuerzos a fabricar vino de calidad premium. Para ello, dice Rafael, se deberá contar con “el apoyo de expertos, tanto de viticultura como de enología, para poder posicionar la marca Aguascalientes como una marca de calidad, aceptada y demandada a nivel nacional”.
Desde su campo de acción, COVIA buscará consolidar la unión de las empresas que lo integran (Vinícola Hasen, Vinícola Renacimiento, Bodegas El Seijo, Bodegas Origen, Bodegas de la Parra, Hacienda de Letras) para generar eventos que promuevan el desarrollo de la cultura del vino.
Por su parte, el gobierno hidrocálido está por arrancar el Centro de Valor Agregado, gestionado por el Consejo de Viticultores de Aguascalientes, donde se asesorará a los productores que decidan procesar su uva en este lugar.
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