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Villas y Campestre: La democracia supera cualquier diferencia social

Las diferencias sociales se rompen -o por lo menos se olvidan- cuando llegan las elecciones. Muchas personas acuden a votar a su casilla por más que sólo elegir un color; van con la intención de encontrar un cambio, pues sin importar el estrato social en el que se encuentren, todos piensan que pueden estar mejor.

En éstas elecciones, Líder Empresarial estuvo presente en los comicios de dos zonas que parecerían polos opuestos: la colonia Villas de Nuestra Señora de la Asunción y el fraccionamiento “Campestre”. El primero, conocido por ser un territorio con altos problemas de inseguridad, múltiples grupos vulnerables y grandes carencias económicas. El segundo, rodeado de una gran parte de población con alto poder adquisitivo pero que demanda cambios importantes.

El escenario en ambas zonas -por distintas que parezcan- fue bastante similar en las votaciones del 2 de junio. En ambos sitios había personas confundidas e inseguras respecto a su casilla. Adultos mayores que desde temprano tenían su dedo pintado y aún así se daban sus vueltas para ver la participación de sus vecinos. Jóvenes primerizos que recién se enteraron de las elecciones por la ley seca del día previo o porque los acompañaron sus padres, y otros detalles más.

En fin… No hubo muchas diferencias. Y esto lo confirmamos cuando preguntamos a los votantes qué era lo que más exigían con su voto. “Queremos más seguridad”, dijo don Francisco González, de 76 años, quien se dice familiar del ex gobernador Felipe González y fue a votar a una escuela de Villas:

“Las cosas no han cambiado mucho. Vengo de una familia pobre y así han seguido las cosas. Pero no dejo de votar. Comenzando, necesitamos seguridad, pero eso se necesita trabajar desde la educación en la familia y en la escuela”, refirió el veterano votante.

Asaid Delgado, de 18 años, coincidió con su vecino. Comentó que “la situación ha sido difícil”, pues una vez estuvo en riesgo de ser golpeado mientras llegaba a su casa de la escuela.

“Es algo nuevo para mí pero es interesante para tomar experiencia. No he sufrido asaltos aún pero sí he estado en riesgo. Espero que de algo sirva votar para cambiar las cosas”, manifestó el joven estudiante.

Del otro lado, en el campestre, la familia Armendáriz Curiel compartió la misma necesidad. “La inseguridad es uno de nuestros principales problemas al igual que en el resto del país. Estamos mejor que muchos estados pero hay mucho por trabajar”, resaltaron.

La corrupción, según esta familia, es otro tema que buscan prevenir con la elección de su representante. “Llevamos mucho tiempo siendo un estado transparente. Esto debe de seguir, hay que luchar por que la corrupción no tenga cabida en nuestra sociedad”, agregaron.

En ambas zonas, la participación no llegaba ni a la tercera parte de la expectativa al pasar de media jornada. Un poco cabizbajos, los funcionarios de casilla señalaron que menos de 200 personas habían pasado a votar. Sin embargo, mostraron esperanza de que esto se repusiera al final del día: “Tienen que ejercer su derecho de voto. Hacer que se tome en cuenta su voz para elegir al mejor candidato”, refirió uno de los representantes.

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