Cuando este miércoles por la mañana Presidencia de la República anunciaba cambios en el gabinete, muchos ya se imaginaban el nombre del principal protagonista de la jornada. Minutos más tarde, la secretaría de Hacienda lo confirmaba: Luis de Videgaray, hasta hoy titular de esta dependencia, había presentado su dimisión a Enrique Peña Nieto unas horas antes y este la había aceptado.
«La participación de Luis Videgaray ha sido invaluable en las demás reformas estructurales en materia de economía», sostenía el presidente del Gobierno en su escueta comparecencia pública para anunciar los cambios. En opinión del mandatario, Videgaray «ha sido clave en haber logrado la reforma financiera», pero no esperaba tener que irse por donde había venido por un tema mucho más relacionado con la política que con la economía: el ‘Trump Gate’.
La visita del candidato republicano a las elecciones de Estados Unidos un día antes de la presentación del 4º Informe de Gobierno ha provocado un gran malestar en prácticamente todos los sectores de la sociedad mexicana.
Nadie entiende esta jugada diplomática que, desde luego, ha resultado ser una apuesta fallida, y un insulto para prácticamente todos los políticos, líderes de opinión, personajes del mundo cultural y ciudadanos de a pie que se han expresado al respecto. Incluso para Hillary Clinton, que publicaba el siguiente tuit al anunciarse de la polémica reunión:
There’s an old Mexican proverb that says “Tell me with whom you walk, and I will tell you who you are.”
We know who Trump is.
— Hillary Clinton (@HillaryClinton) 25 de agosto de 2016
A pesar de todas las críticas, la reunión tuvo un gran defensor, (efectivamente) Luis Videgaray. Y poco después se filtró la razón: él habría sido el artífice de dicha reunión, la cual defendió con vehemencia durante los días siguientes.
Pero no podía durar. Videgaray, uno de los hombres de confianza de Peña Nieto (lo acompaña desde que fue gobernador del Estado de México), ha abandonado este miércoles la titularidad de Hacienda tras cuatro años de irregular gestión, que ha acabado por un asunto político, no por su gestión.
La crisis del personaje llegó a su máximo esplendor la semana pasada cuando participó en un debate junto con Ricardo Anaya, presidente del PAN, y capitaneado por López Dóriga, donde fue prácticamente acorralado por las críticas a la reunión Peña-Trump, que resultó prácticamente indefendible.
Videgaray no ocultó su malestar en uno de los últimos tuits que se pueden encontrar en su time line:
Agradezco la invitación de @lopezdoriga: el diálogo siempre será el mejor camino. #SiMeDicenNoVengo
— Luis Videgaray Caso (@LVidegaray) 2 de septiembre de 2016
De momento, Videgaray no tomará ningún cargo público. Le sustituirá José Antonio Meade. hasta ahora secretario de Desarrollo Social.