Zacatecas es el principal productor de frijol a nivel nacional, de lo cual se encargan miles de campesinos zacatecanos. La mayoría de la producción se da en el Centro de Acopio y Beneficio del Frijol (CABF) ubicado en el parque industrial de Calera. Este centro de acopio planea ser vendido por el gobernador Alejandro Tello a 400 pesos el metro cuadrado.
La venta se negocia con una familia de empresarios. El espacio cuenta con 24 silos de metal de gran tamaño y dos bodegas inmensas, grandes patios de maniobras y está equipado con maquinaria especializada en limpiar y envasar frijol por kilos para su comercialización.
El predio consta de más de 4 hectáreas, se ubica a un lado de la empresa Cesantoni, misma que está interesada en adquirir el espacio. Los hermanos Reimers son los principales interesados en la compra del centro de acopio, sin embargo, éste pertenece al gobierno federal luego de que en 2006 el gobierno estatal consiguiera que se donara ese espacio para el CABF y así beneficiar a los campesinos.
En octubre del 2019, el gobernador Alejandro Tello emitió una iniciativa para la desincorporación del predio. Ya que el inmueble se encuentra en desuso, podría utilizarse para otras actividades industriales que traigan consigo un beneficio económico para el estado, según argumentó el gobernador.
El valor del predio es de 16,125,916 pesos ya que consta de 40,300 metros cuadrados y su ubicación es estratégica y benéfica para la industria. Sin embargo, pese a las propuestas e iniciativas que ha mandado el gobernador, el gobierno federal no ha dado respuesta para la revocación de la cláusula de reversión que se estipuló con la donación del espacio.
Los campesinos de la zona ya se han manifestado en contra de la decisión del gobernador y han solicitado un amparo para frenar la negociación que ya se lleva a cabo. Además, han tomado las instalaciones para su administración, uso y acopio de manera organizada, para que las ganancias se mantuvieran en el campo zacatecano.
El Frente Social por la Soberanía Popular en conjunto con otras organizaciones campesinas rechazan la venta, puesto que sería una gran pérdida para los campesinos zacatecanos. Por otro lado, plantean la posibilidad de poder hacer uso del centro nuevamente y retomar la encomienda para la que fue autorizada en un principio.