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“Vendrá un impacto muy fuerte para las empresas de outsourcing con la nueva reforma”: AMECH

De aprobarse la nueva reforma al outsourcing enviada al Senado de la República las empresas dedicadas a la prestación de servicios vía subcontratación reducirían su volumen de facturación y la cantidad de empleados que actualmente tienen en su nómina, refirió Héctor Márquez Pitol, presidente de la Asociación Mexicana de Empresas de Capital Humano (AMECH). 

Y es que, de acuerdo a los cambios que propone la reforma, las empresas que solicitan esta clase de servicios deberán contratar al personal subcontratado en un plazo de tres meses, lo que ocasionará bajas en la plantilla laboral de una compañía dedicada al outsourcing.

“Por su puesto que esta reforma afecta muy fuerte a nuestra industria y ocasionará despidos de nuestro lado. Si antes tenías más gente para cubrir el 100% del personal, ahora puede que te quedes con el 70% de empleados internos”, señaló. 

Estimó que serán al menos tres años para que las empresas de outsourcing regresen a los niveles de facturación una vez que entren en vigor los cambios a la nueva ley. 

Sin embargo, las empresas del capital humano no son las únicas en recibir un golpe por la reforma, agregó el presidente de la AMECH, pues también lo tendrán los trabajadores contratados bajo el esquema de outsourcing ya que solamente un millón 600 mil pasarían a la nómina directa de la empresa de los 4.6 millones que laboran en México.

El también director Comercial de Manpower Group, compañía que tiene más de 250 mil empleados temporales y permanentes en los mercados de México, el Caribe y Centroamérica, pidió que por lo menos se permita la subcontratación de personal temporal  como servicio especializado, pues no existe un sector o empresa que no lo necesite.

Dijo que se puede contratar directamente, pero fomentaría la informalidad y de ahí que es “mejor que lo dejemos abierto a la subcontratación formal y no que se nos vayan los millones de empleados que pasan como eventuales en el seguro social”. 

A su parecer, la nueva reforma al outsourcing que se discute en el Senado debe salvaguardar  los casi 20 millones de empleos formales que hay en México; combatir a las empresas evasoras, incluyendo sindicatos y cooperativas, así como impulsar el crecimiento del trabajo digno y formal en el país. 

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