El primero de marzo, Luis Lacalle Pou tomó posesión como nuevo presidente electo de Uruguay. Luego del exhaustivo proceso electoral que vivió el pueblo uruguayo el año pasado, el candidato por el conservador Partido Nacional resultó victorioso e inició una nueva etapa para el país latinoamericano que llevaba quince años gobernado por la total izquierda.
En la jornada electoral, Daniel Martínez, candidato del partido centroizquierdista Frente Amplio, fue el principal oponente de Lacalle Pou. Con una diferencia de poco más del 1%, Lacalle logró ganarle la presidencia a un partido que llevaba ya 15 años en el poder, y que se encontraba desgastado ante un panorama en el que los avances en materia de derechos sociales, políticas laborales que representan mejoras salariales, entre otras acciones y propuestas implementadas, no fueron suficientes para brindar la estabilidad a un país que presenciaba nuevos problemas, mayormente en materia de seguridad.
Ahora, después de casi 30 años, el Partido Nacional vuelve a ocupar la oficina presidencial. La última vez, en 1990, fue justamente Luis Lacalle Herrera (padre de Lacalle Pou) quien tomó el cargo. Ahora es su hijo quien asume el desafío de encabezar un gobierno que además, está construido bajo una coalición de varios partidos, algo que nunca antes se había visto en Uruguay.
Las principales críticas provienen de la población que apoya al Frente Amplio, quienes se preguntan cómo hará el nuevo presidente para mantener el respaldo de un parlamento sumamente diverso. A pesar del gran reto que es asumir la presidencia de un país considerado de “izquierda” alrededor de todo el mundo, el ahora presidente prometió unidad y sobre todo estar al servicio de la sociedad:
“Nos negamos a que esta etapa sea cambiar una mitad por la otra. La unión es lo que nos piden los uruguayos. Por eso estamos aquí, para continuar lo que se hizo bien. Para corregir lo que se hizo mal y sobre todo para hacer lo que no se supo o no se quiso hacer en estos años. Sumado a eso, en este cambio de época en el cual la transformación constante nos obliga al desafío y a acompañarla o incluso tratar de adelantarse” mencionó en la ceremonia del día de ayer.
F.B.